10 marzo 2008

Editorial

Como habrás notado, caro lector, lectora, Meretrices ha sufrido un pequeño cambio en esté su número 14. La portada, esa de la que ya nos habíamos encariñado en las pasadas ediciones, se ha modificado sólo un poco en lo visual y otro tanto más en lo conceptual (desde luego respetando la esencia y el afán por dar continuidad a la vocación perversa y sutil de las artes), hemos también, y esto nos llena de agrado, aumentado la versión impresa de 21 páginas a 25, y a su vez implementamos nuevas secciones que a no describirlas detalladamente dejaré que las vayan encontrando y descubriendo con la misma calma que aún ofrecen las hojas de está meretriz ocasional.
----Mientras que el preciado dramaturgo Antonio de Solís escribía en esa España de mediados de 1670: “Suelen ser rodeos lo que parecen atajos” y el hepatítico Bart Simpson grababa una y otra vez sobre el pizarrón de la primaria de Springfield: “No tomaré atajos, no tomaré atajos” nosotros hemos aprendido que no hay verdad más asequible que la combinación de ambas. Y más cuando hablamos de un campo traviesa tan burdo como lo es este de la difusión de las artes en tierras mexicanas.
----Desde luego que partiendo de ciertos puntos de vista todo es válido, sólo que la experiencia social atribuye mayores precios a los logros que se dan como un producto del trabajo continuo. Es casi una máxima filosofal que se puede obtener lo que sea siempre que se tenga la virtud suficiente de permanecer buscándolo por el tiempo necesario. Nosotros experimentamos algo similar con estas nuevas cuatro hojas que hoy sumamos pues el trabajo que esto ha significado en los últimos meses representan horas y horas y quizá kilos y kilos de dedicación para Meretrices (y esto lo digo con toda honestidad).
----Así que en este número no hace falta enumerar fallas y faltas, aciertos y triunfos de ningún tipo de estructura cultural pues eso de darle y darle con lo mismo a algo que es bastante más que obvio lo reservaremos para ediciones posteriores. Hoy la escena cultural ha servido sólo para dar ejemplo de uno de los trayectos con más obstáculos en el devenir mexicano y el cómo avanzar sólo unos cuantos metros no es algo que sucede de hoy para mañana, por lo menos no aquí, no en estos tiempos.
Hoy damos un pequeño paso hacia donde sea que no es el retroceder, lo damos, esperamos, seguros de el acto realizado, bajo conciencia y apreciando un resultado producto del esfuerzo que hemos traducido todos para que se siga dando esta revista de cultura mensual.
----Te agradezco hoy, amigo, amiga, por tu permanencia y tu continua fe por las artes universales y las artes nuestras. Al final de estas líneas recalco lo más importante de esta editorial y te lo escribo de frente: este pequeño paso y todos los otros que se den en lo futuro, han sido sólo por ti.

MÉXICO DE FÁBULA
EL POPOCATÉPETL




Como comentaba en el número 10 de Meretrices, uno de los encantos más atractivos de México son sus viejas historias y leyendas. De entre ellas hay una en particular que me gusta por su simbolismo y que hoy me gustaría compartirla con ustedes a pesar de que, como he mencionado antes, México ya es considerado como uno de los países infectados por la modernidad. Yo creo que no se puede olvidar lo maravilloso que fue en su antigüedad. Su pasado dramático es como un espíritu que no se ve, pero que se siente. Es algo que nos recuerda lo pequeño que es el hombre, su trabajo y en enfrentamiento lo eterno que son el tiempo y la naturaleza.
----Este tipo de fuerzas se sienten, más que en ninguna otra parte en presencia de los volcanes, Popocatépetl e Ixtlacíhuatl. En la actualidad llegan hasta su falda campos bien cultivados, kilómetros de maguey y rosales que se ocultan bajo los interminables invernaderos. Fueron precisamente los mexicas quienes nombraron a la legendaria pareja de volcanes que se observan desde el sur de la capital del país. Ellos siempre creyeron que nuestros cerros y montañas son seres vivos que sufren, aman, odian, tienen un pasado histórico que hasta hoy se sigue manifestando.
----En el valle abajo, hay pueblecitos aún habitados por indígenas, haciendas conservadas y sobre todo mucho ganado. El aire es ligero y fresco, el cielo es azul y sobre todo, hay mucho misterio. El misterio de los siglos pasados que se siente ante los dos volcanes siempre cubiertos de nieve. El Popocatépetl más alto que el Ixtlacíhuatl, que se asemeja a una mujer muerta, envuelta en un manto de nieve. Duerme siempre con las manos cruzadas sobre el pecho.
----Popocatépetl deriva su nombre del náhuatl popoa que significa “humo” y de la terminación tepetl, “cerro”, que juntos forman “El Cerro que humea”, debido a que en aquellos tiempos se veía esa ligera fumarola que hasta hace un par de años veíamos con cierta tranquilidad.
----Ixtacíhuatl viene de los vocablos ixtac, “blanco” y cíhuatl “mujer”, que juntos quieren decir “Mujer blanca”, aunque ya se conoce con el nombre popular de “La Mujer dormida”.

La Leyenda del Popocatépetl y el Ixtlacíhuatl

Hace muchos soles, cuando el reino azteca dominaba el Valle de México y los otros pueblos les rendían tributo, el cacique de Tlaxcala decidió pelear por la libertad de su gente y empezó una terrible guerra entre aztecas y tlaxcaltecas.
----La bella princesa Ixtacíhuatl, hija del cacique de Tlaxcala, se había enamorado de un joven llamado Popocatépetl, uno de los principales guerreros del pueblo de Tlaxcala. Ambos se profesaron un amor inmenso, por lo que antes de ir a la guerra, el joven pidió al padre de la princesa su mano si regresaba victorioso. El cacique tlaxcalteca aceptó el trato, prometiendo recibirlo con el mayor de los festines y el lecho de su amor.
----El joven guerrero se preparó con hombres y armas, y partió a la guerra después de saber que la princesa lo esperaría para casarse con él. Al poco tiempo, un rival de Popocatépetl inventó que éste había muerto en combate. Cuando princesa se enteró lloró amargamente su muerte y después ella murió de tristeza.
----Pero Popocatépetl venció y regresó triunfante a su pueblo. Cuando llegó, recibió la terrible noticia de que la princesa había muerto. De nada le servían la riqueza y poderío ganados sin su amor.
----Entonces, para honrar su memoria y la de su pueblo, Popocatépetl ordenó que 20,000 esclavos construyeran una gran tumba ante el Sol, amontonando diez cerros para formar una gigantesca montaña.
----Desconsolado, tomó el cadáver de Ixtacíhuatl y lo cargó hasta depositarlo recostado en su cima, que poco a poco fue tomando la forma de una mujer dormida. El joven le dio un beso póstumo, tomó una antorcha humeante y se arrodilló en otra montaña frente a su amada, velando su sueño eterno. La nieve cubrió sus cuerpos y los dos se convirtieron, lenta e irremediablemente, en volcanes.
----Desde entonces permanecen juntos y silenciosos Ixtacíhuatl y Popocatépetl, quien a veces se acuerda del amor y de su amada; entonces su corazón, que guarda el fuego de la pasión eterna, tiembla y su antorcha echa un humo tristísimo…
----El cobarde tlaxcalteca que mintió a Ixtacíhuatl sobre la muerte de Popocatépetl, murió cerca de su tierra. Él también se convirtió en una montaña, el Pico de Orizaba y se cubrió de nieve. Lo nombraron Citlaltépetl, o "Cerro de la estrella" y desde allá lejos vigila el sueño eterno de los dos amantes a quienes ya jamás podrá separar.
----Durante muchos años y hasta poco antes de la Conquista, las doncellas muertas por amores desdichados eran sepultadas en las faldas del Ixtacíhuatl.
Ixtlayolotzin

EN EL MISMO BARCO

LLEGANDO A LA FIESTA, TE VEO BESÁNDOTE CON OTRA… el beso fue inocente, muua, en el cachete y en agradecimiento por haberme arriesgado al meter mis manos entre los pies que se levantaban levitando del suelo al ritmo de la música, sólo para rescatar las tres piezas del celular. La batería, la tapa y el teléfono se le acababan de caer a un joven rubio alto, por cierto el que creí más “carita” de la reunión que se dio en la noche del 16 de Febrero en conocido bar de Ajijic con nombre de navío. “Yo ya no tengo edad para estos trotes”, pensé cuando lo vi. Nuestras miradas se habían cruzado por un segundo minutos antes, pero cuando él se dio cuenta que yo tenía su celular y me dio las gracias por habérselo salvado, me entró un poco de picardía. En silencio señalé a mi cachete con mi dedo, y ni presto ni perezoso, me plantó el inocente besito. Claro que a la novia no le agradó su respuesta tan pronta a agradecerme vía “besal” pero no siento que le haya faltado el respeto a su chica, digo ni siquiera lo toqué…
......El bar, los jardines y hasta los baños estaban a reventar de gente de diferentes edades. Se podían contar siquiera tres generaciones en el antro esa noche, ya que había hasta algunos niños ahí. Entre ellos estaba Camila, muy sentadita disfrutando del ambiente. Había gente vestida de todas las maneras posibles, me encantó que cada quien se expresó esa noche por medio de la ropa, peinados, maquillajes y sombreros. Todos eran diferentes, pero todos tenían algo en común: la música de Rostros Ocultos que seguía ambientando el lugar. Todos, tras haber escuchado canciones de este grupo, estaban extasiados. Per no era la voz del Cala la que decía las letras “te tengo que olvidar” y demás… era esa niñita seria y asustada, pero que firmemente sostenía el micrófono y entonaba las letras al tiempo de la música, mientras su padre cantaba con ella. Camila va a ser una buena cantante como su papá, el vocalista de Rostros Ocultos. (¿Qué, no mencioné que la música era en vivo?).
.....La noche fue muy suave, la gente se portó muy bien. Escuchaban al Cala intensamente, sólo algunos tomaron de más, tranquilos, no hubo desmadre. Pero la vibra era muy intensa. El Cala lo dijo, “estamos aquí para festejar la vida”, el concierto era a beneficio de un amigo de todos los presentes, que lamentablemente tiene cáncer. Mi amigo, el que me invitó, acababa de perder a una hermana por este mal y ahora tiene a otra pariente más con la horrible enfermedad. Chavo Rivera, fue alguna vez un gran bajista, hoy en día su pasión por los caballos le gana a la de la música, pero eso no evita que músicos famosos como el Cala lo abracen con cariño cuando lo saludan.
.....Otro nombre se debe de mencionar aquí, es el de el Chompis. Sobrino de mi ex patrón y quien Chavo me asegura que yo conocí durante el tiempo que laboré en el SPA que está en el fraccionamiento Ráquet Club de San Juan Cosalá. Hace unos quince días lamentablemente se estrelló en el libramiento, el resultado fue fatal. Cuando lo llegué a ver en el rancho de su tío, donde trabajábamos juntos Chavo y yo, me pareció un joven muy agradable. Que descanse en paz. Aunque el Cala lo invocó esa noche, para que estuviera con nosotros mientras él cantaba canciones relacionadas con esperanza, vida, y amor. Al final nos dijo: “Le cae al que no le cante al Chompis” y todos entonamos la última canción, que habla de las ganas que teníamos de que él estuviera con nosotros, “hoy quisiera que estuvieras aquí…”
.....Ese día en mi trabajo, uno de mis jefes, me dio excesiva lata. Estoy a punto de retirarme a un rancho olvidado, a escribir solamente. Me siento en estos momentos que desperdicio mi tiempo teniendo que dedicar todas las horas de luz a un esfuerzo que beneficia a otro. Sólo soy un número más para mis jefes. Pero lo que me hace seguir, son mis clientes, gente buena, que me brinda su amistad de forma personal. Agregando el hecho que mi carro se desbieló esa noche, yo quizá no estaba de mucho humor como para la música de Rostros Ocultos. Pero el ambiente que hubo en la fiesta fue suficiente para inspirarme a seguir un día mas, y si hoy no me dan mucha guerra mis jefes, quizá pueda terminar la semana, “hay que celebrar la vida, porque si no, de pronto ya te la pelaste” fueron otras de las palabras del Cala.
.....Supongo que mi consejo hoy para cambiar al mundo, sería: la vida es muy corta como para disfrutar haciéndosela difícil a los demás. Una forma de cambiar el mundo (aquí voy a citar a otro gran músico) es vivir y dejar morir. Con estas líneas Paul McCartney quiere decir que vivas tu vida, no la de los demás, y deja que cada uno sea responsable por sus propias acciones, deja que cada uno escoja su muerte. Qué tan llena, o vacía, sea la vida de cada quien, depende de cada quien. La sociedad ha dictado reglas para vivir en conjunto, pero la individualidad, y más importante aún que eso, el respeto de ésta, es algo que podemos, debemos tolerar.
.....Si quieres cambiar el mundo, entretente con tu propia vida, si le dedicas la energía a ésta que muchos le dedican a meterse en la vida de los demás, el mundo sería mejor. ¿O qué? ¿Acaso aún eres uno de los inconformistas que cree que si todos fueran igual que tú, el mundo sería más agradable? Debemos de ver mas allá, cada persona que existe, le da la sazón a la vida. Todos somos diferentes, nadie es igual, la variedad es la fórmula secreta de nuestro creador para poder sentir a través de nosotros. Siéntete a ti mismo, sé original, eso es lo que el mundo espera de ti. Para despedirme en esta ocasión, citaré a otro músico más: “imagina a todas las personas viviendo la vida en paz” (Lennon sabía de qué estaba hablando, nos invitaba a ser nosotros mismos, a respetar las creencias y estilos de los demás), si tienen esta canción, escúchenla y sigan su consejo.
Paloma Arau

El sistema poético del mundo


Ha sido para los expertos más que arduo tratar de describir y con ello encajonar la obra de José Lezama Lima, que es muy común ver en una sola hoja los términos impresionista, vanguardista, barroco, discursivo, místico, neoclásico, surrealista y negrista, entre muchos otros cuando se trata de estudiar de cerca su trabajo poético.
Esto en parte se debe a que Lezama (La Habana, 1910-1976) pretendía ver el mundo desde otra visión distinta y expresarla a través de su poesía. Lezama fue la clase de poeta que no sólo practicaba la poesía como una forma de expresión y de vida sino que intentaba explicar el universo desde las bases de la poesía y encontrar métodos que explicarán las teorías por las que tal argumento se pudiese fundamentar. Todo este cúmulo de búsquedas de utilidad de las formas poéticas redundó en su Sistema Poético del Mundo introducido por el poeta cubano en la última cuarta parte de su vida.
.....A diferencia de la pasada edición en la que vimos tres poemas de William Blake, poemas grises que desde su lectura se puede interiorizarse en el autor, los poemas que veremos de Lezama Lima han sido pautas para algunos estudiosos (José Luis Arco por ejemplo) que sirven para descifrar en parte la teoría del Sistema Poético del Mundo.
.....Los siguientes poemas: “Muerte de Narciso” el primero, cronológicamente, de los tres es el poema que inicia a Lezama dentro de la talla internacional, siendo quizá el más conocido dentro de su obra; “Ah, que tú escapes”, tiene mayor fluidez, data de 1941 e inicia las inquietudes teóricas del cubano; y para finalizar “El pabellón del vacío” que está escrito el mismo año en que el poeta murió y de los tres presentes el más representativo del Sistema Poético del mundo por su extensa carga de imágenes e insistencia en describir el contesto desde la metáfora poética.


*
AH, QUE TÚ ESCAPES




Ah, que tú escapes en el instante
en el que ya habías alcanzado tu definición mejor.
Ah, mi amiga, que tú no querías creer
las preguntas de esa estrella recién cortada,
que va mojando sus puntas en otra estrella enemiga.
Ah, si pudiera ser cierto que a la hora del baño,
cuando en una misma agua discursiva
se bañan el inmóvil paisaje y los animales más finos:
antílopes, serpientes de pasos breves, de pasos evaporados,
parecen entre sueños, sin ansias levantar
los más extensos cabellos y el agua más recordada.
Ah, mi amiga, si en el puro mármol de los adioses
hubieras dejado la estatua que nos podía acompañar,
pues el viento, el viento gracioso,
se extiende como un gato para dejarse definir.
______________________________ (1941)




MUERTE DE NARCISO




Granizados toronjiles y ríos de velamen congelados,
aguardan la señal de una mustia hoja de oro,
alzada en espiral, sobre el otoño de aguas tan hirvientes.
Dócil rubí queda suspirando en su fuga ya ascendiendo.
Ya el otoño recorre las islas no cuidadas, guarnecidas
islas y aislada paloma muda entre dos hojas enterradas.
El río en la suma de sus ojos anunciaba
lo que pesa la luna en sus espaldas y el aliento que
en halo convertía.



(…)



Húmedos labios no en la concha que busca recto hilo,
esclavos del perfil y del velamen secos el aire muerden
al tornasol que cambia su sonido en rubio tornasol de cal salada,
busca en lo rubio espejo de la muerte, concha del sonido.
Si atraviesa el espejo hierven las aguas que agitan el oído.
Sí se sienta en su borde o en su frente el centurión pulsa en su costado.
Si declama penetra en la mirada y se fruncen las letras en el sueño.
Ola de aire envuelve secreto albino, piel arponeada,
que coloreado espejo sombra es del recuerdo y minuto del silencio.
Ya traspasa blancura recto sinfín en llamas secas y hojas lloviznadas.
Chorro de abejas increadas muerden la estela, pídenle el costado.
Así el espejo averiguó callado, así Narciso en pleamar fugó sin alas.
___________________________________________ (1937)




EL PABELLON DEL VACIO




Voy con el tornillo
preguntando en la pared,
un sonido sin color un color
tapado con un manto.
Pero vacilo y momentáneamente
ciego, apenas puedo sentirme.
De pronto, recuerdo,
con las uñas voy abriendo
el tokonoma en la pared.
Necesito un pequeño vacío,
allí me voy reduciendo
para reaparecer de nuevo,
palparme y poner la frente en su lugar.
Un pequeño vacío en la pared.
El principio se une con el tokonoma,

en el vacío se puede esconder un canguro
sin perder su saltante júbilo.


La aparición de una cueva
es misteriosa y va desenrollando su terrible.
Esconderse allí es temblar,
los cuernos de los cazadores resuenan
en el bosque congelado.
Pero el vacío es calmoso,
lo podemos atraer con un hilo
e inaugurarlo en la insignificancia.
Araño en la pared con la uña,l
a cal va cayendo
como si fuese un pedazo de la concha
de la tortuga celeste.
¿La aridez en el vacío
es el primer y último camino?
Me duermo, en el tokonoma
evaporo el otro que sigue caminando.
_________________________ ( 1976)





Javier Manuel Urrieta




El jefe

–¿Se le ofrece algo? –Dijo Ernesto después de cerrar tras de sí la puerta de la oficina del jefe de la policía municipal, conocido entre los elementos policiales como La Bala. Los ojos de La Bala resplandecieron como si frente a él un cañón de pistola se colocara amenazante, pero la única arma que llevaba Ernesto consigo era simplemente su cuerpo moldeado por los años de rigurosa disciplina militar en la escuela secundaria y en el colegio de bachilleres. Sin decir más palabras, Ernesto se sacó la camisa azul claro que llevaba fajada en su pantalón azul marino como todo buen servidor público que ostenta una apariencia limpia, pulcra y por ende bien presentable. Se soltó el cinturón, se empezó a desabotonar la camisa y dibujó en su rostro moreno lampiño una sonrisa lujuriosa como si fuera a comenzar un espectáculo de stripper. Ernesto se pasó tres veces la mano sobre la bragueta y, cuando la retiró, el tamaño del bulto ya había crecido considerablemente, motivo por el cual La Bala, que había permanecido sentado detrás del escritorio y en silencio con los ojos fijos en el muchacho, se levantó lanzando una mirada de felino al acecho de la presa, luego bastaron dos pasos para quedar casi junto a él, junto al cuerpo tibio y semidesnudo que se presentaba como un trofeo ante sus ojos. En ese momento la Bala dejó salir el deseo que desde hacía más de dos meses tenía atorado en el pecho.
....Desde la llegada de Ernesto a la corporación, al jefe se le había vuelto una obsesión el anhelo de poseer aquel cuerpo juvenil prohibido sobre todo para él por ser precisamente el jefe, la imagen del respeto, la voz de mando, el guardián del orden. Sin embargo, en más de una ocasión, se había pasado la ética profesional por donde ahora posaba la mano en la que llevaba el anillo de bodas. Más de una vez había dado órdenes, más allá de las correspondientes al trabajo, a todos los que tenía a bien darles una calentadita… Pero Ernesto no era como todos, no era fácil de convencer porque él no tenía necesidad de complacer a otros por conveniencia. Ernesto tenía su puesto seguro, incondicional, no por ser amigo del comandante ni por ser hijo de Don Fulgencio Villanueva, ni por haber llegado a la Ribera desde Puerto Vallarta, ni por haber trabajo para algún diputado alguna vez. Ernesto se había ganado el puesto que tenía por méritos propios. Sabía hacer bien las cosas.
....Todos los del Ayuntamiento sabían que con Ernesto ninguna mujer corría el riesgo de caer en la tentación de serle infiel al marido, más de alguna habría querido pero el hombre no se veía interesado en ellas, más bien los maridos corrían el riesgo de verse de pronto seducidos por la presencia cautivante de aquel hombre de piel morena, ojos grandes, pelo crespo, porte altivo, labios finos y sonrisa algunas veces entre irónica y sarcástica. Sin embargo Ernesto nunca había sacado ventaja de su condición gallarda o de su innato don de líder. Pero, esa mañana, la brisa ribereña le había inspirado al hombre un plan poco romántico, esa mañana había dejado en los portales a Salvador con una promesa que estaba dispuesto a cumplir.
.....Ernesto se traía algo entre manos y eso no lo percibió el jefe a quien la calentura le había bloqueado el raciocinio del que gozaba, supuestamente, la mayor parte del tiempo. Fueron pocos los minutos que tardó La Bala para desencadenar sus pasiones, sus instintos. Ernesto ya se había despojado de una parte de sus vestiduras, el torso delgado pero musculoso y lampiño como su rostro, era rodeado ahora por los brazos del jefe quien acercó sus labios impacientes a los finos y tranquilos del joven que tenía en sus ojos el reflejo de las olas de Vallarta y en su mente la grandeza de la luna sobre el lago. Estaba en paz a pesar de que la bala fue bajando hasta la altura donde el arma del policía suele estar siempre dispuesta a la defensa, siempre alerta. El rostro de Ernesto esbozó de pronto una sonrisa entre cínica y sarcástica, algo pasaba por su mente.
.....Las cosas iban bien, a Ernesto siempre le iba bien en lo planeado y lo espontáneo. Recordó los bares de la Ribera, pero le gustaba más el arrabal y a Marina le gustaba, le gustaba la canela... ¿y al jefe? Al jefe le gustaban los peces escurridizos. Entonces la Bala tomó lo que se le ofreció como quien se sirve a su gusto en un autoservicio de comida rápida. Rápida fue también la sorpresa que se llevó el Jefe cuando Ernesto dijo “Gracias. Eso era todo, sólo quise saber si se le ofrecía algo” y sin fajarse siquiera la camisa azul claro, ni acomodarse un poco el pelo ensortijado, con el cinturón al hombro, Ernesto salió de la oficina haciendo público el encuentro que había tenido con el jefe. “Me empezó a acosar y tuve que cogérmelo”, dijo y pidió a su amigo Eduardo que tomara las fotos necesarias para levantar una nota periodística.
....Sería un escándalo tal vez, perdería la chamba quizás, pero no le importó porque a fin de cuentas había logrado su objetivo: poner en su lugar, darle su merecido al cabrón que había despedido a Salvador, su mejor amigo, y a otros más, por pretextos ridículos que le servían nomás para cubrir la verdad, por el simple hecho de que no habían querido jalar con él. Eduardo publicó una nota sin relatar los detalles, la tituló “¿No que no tronabas pistolita?” pero el asunto no pasó a más, La Bala cambió de cargo público por desordenado, se fue a la administración de padrón y licencias y más tarde lo postularon para la diputación local. Ernesto siguió con su trabajo, visitaba los bares, respiraba la brisa de la Ribera y seguía sonriendo a pesar de leer el periódico todas las mañanas.
Jesús García Medina

Cosas de Toreros

“Sí, en el toreo está presente la muerte, pero como aliada, como cómplice de la vida: la muerte hace de comparsa para que la vida se afirme”
Fernando Savater

Llegué a esta ciudad por que sus toros tienen fama de asesinos.
...Hace no sé cuanto, las inherentes emociones a la soledad producto del desamor –creí- habían cesado. El tiempo, consejero traidor, evaluó de nueva cuenta sin consentimiento la trama hipotética de una historia objetivamente imposible, en donde tú y yo éramos los protagonistas bajo el supuesto de la felicidad.
...Esa mañana desperté temprano. El canto ondulante de los pájaros se deslizó por el aire activando delicadamente mis oídos, haciéndome creer que era tu voz quien me decía buenos días. Alterado despejé la vista. Inconforme con el resultado de la observación exhaustivamente revisé las habitaciones de la casa, únicamente para confirmar la ausencia.
...Poco después de las diez menos cuarto llegó Marriqui, mi apoderado. Lo conoces, no imagino te hallas olvidado de él, de mi tal ves lo hiciste. Ataviado con la boina beige que le simula parecer de origen español abrió la puerta de la entrada. Te entero que tu juego de llaves se lo di a él, no permito ninguna otra visita.
... -¡Vamos muchacho! El viaje es hoy, no la semana entrante.
Todavía aturdido pero ya vestido para la ocasión, tomé mis arreos del oficio. Como siempre, antes de salir, me persigné ante la imagen de la Virgen localizada en la sala de estar. Antes me debas la bendición, ahora me conformo con el recuerdo.
...Viajamos dos horas hasta el aeropuerto. La cinta asfáltica se extendía y comprimía según el calor depositado por el sol en la superficie, al igual que tus caderas en mi memoria, al igual que tu aroma apelmazado en mis axilas.
... -Pasajeros con destino a…
...Era nuestro vuelo.
...Nos deslizamos por el túnel de gusano que conecta la zona de espera con el armatoste volador, no si antes escuchar el grito de:
... -¡Suerte matador!
...A lo que respondí con un gracias y una falsa sonrisa.
...Durante todo el trayecto dormí, no porque Maquirri insistiera en el reposo como parte fundamental del entrenamiento. El toreo es un arte que no requiere descanso, necesitaba evadirme para soportar la espera.
...Desde que llegamos al país en cada feria que pisamos se ha consumado el triunfo. Ni los rabos ni las orejas me satisfacen, humeantes y espesas se me han hecho las horas anhelando estar aquí.
...Hoy -nada más dejamos el equipaje en el hotel- conseguí pluma y papel para escribirte algunas líneas. Caminé rumbo a la plaza donde se encuentra el reloj junto a la fuente, desde donde estoy redactando.
...No sé que pasará al enfrentarme por lo tarde con la bestia, en realidad ya no se ni porque te escribo. A pesar de lo contradictorio, lo único que puedo asegurarte, es que ignoro si el instinto me salvará, o si mis ganas por morir terminaran por matarme.
.................... ¡Ole!.

Raúl Contreras Álvarez


Dolorosas noches vivo
con sus horas y minutos
pensando en ti.

Ansioso de saber dónde y cuándo
sea el día en que te vuelva a
mirar.

Entonces mi cansado corazón descansa
aunque mis ojos ese día van a
llorar el llanto que está detenido
en mi pecho.



*


No sé si puedas
entender que en esta vida
sólo se puede vivir un espacio.

Y ese espacio es para nosotros,
de esta vida, entiende que nos lo tiene
marcado el destino, y el espacio
nació para nuestro amor.

Vámonos perdiendo
entregando nuestros corazones
al fuego ardiente
donde sólo viviremos
en el único espacio
y solamente en esta vida.

Ya no tendremos otro en
generaciones siguientes,
ya no habrá otra vida
para nosotros.

Y sólo vamos a ser perdidos
y fundidos en el esfumo de las
eternidades.

*

A mí me falta paz
llevo mi vida con un hueco
no sé si vivo o muero
temo al sentir.

Me hace falta algo
me trajeron a este mundo
y me dejaron solo
como quien olvida algo sin
sentir.

Como tirar un desecho y
nunca recordarlo.
Inquieto he ido y venido
dando pasos, pasos y eso
me da consuelo pero es un
consuelo falso, es pasajero.

Ángel Villlanueva