17 febrero 2009

Bahía de Santiago

A mi niña ECTM:

Cae el sol de lo alto
Detrás de la Bahía de Santiago
Luna,
Vences
En la cima
El mar
A tus
Pies
La sima oscura
En las profundidades
Insondables.

Brisa del Pacifico
Sonaja
Batidero
Olas, olas,
ad infinitum
A lo lejos
Una barca varada
Aquí: tu presencia
Disfraz del tiempo
Cobija del recuerdo
Una copa
Un respirar efímero
Entre trago y trago
Tu carita de rosal marino
Ancla del amor perpetrado
Vendaval en la madrugada desposeída
Sola como tú,
Sin mí
Sin quien las cuide,
Sin quien les arrime una taza de café con mantequilla
Una almohada de gato
Para que desmarañen su sueño
Solas las gaviotas que surcan las corrientes
Con alas más fuertes,
Más sólidas: no de Ícaro
Cardumen,
Fosa de escamas,
Cueva de protozoarios
De algas y de uvas:
Valles de la vid profunda
Solsticios de luz verde
Equinoccios de matriz oscura
Tu piel: (otra vez) arena
Tus manos: estrellas de mar
Tus ojos: perlas
Tu boca: profundidad del océano
Yo: un pequeño molusco
Que todo lo ve,
y lo calla
Y no se deja
atrapar.-
Arturo García
Manzanillo (Playa La Audiencia)
11 de Agosto, 2008
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NOCTURNO

A ti, ¿a quién más?

A veces la envidio
Pienso que es más fuerte que yo
Que es más integra
Eso me hace envejecer de angustia
Pero luego todo lo tolero
Cuando escucho su voz
Ella está en el agua de mi cuarto
En esta pecera nocturna,
Taciturna
Casi sabia

A veces la envidio porque es ella
--Y no yo--
Quien mece en su vientre
El (producto) de nuestro amor
Tan eternamente esperado
Tan largamente deseado

La eternidad tiene manos de luz
Cuando todo se apaga

También la envidio por su belleza interna
Porque ella no tiene el corazón de hierro
Y si lo tuviera,
(Lo ablandaría mi fuego)

Ella es la envidia de todos
Quienes no han logrado
Lo que el amor alcanza
Con esa lanza
Que con el viento resquebrajó
Su estancia.

Todas las musas la envidian
: ella es mía
Las sirenas se esconden a colear
en chismorreos
Dicen: Periquita esto, Periquita esto otro.
En lo alto del cenit, empero,
los unicornios juegan
a picotear las nubes con su punta
filosa de algodón marfil.

El filo de los días ya no hace mella
Yo la envidio
--Es cierto--
Pero más la amo.

Arturo García
Denver, CO
28 de diciembre de 2008

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