17 febrero 2009

Naranjas Médicas




El paso de James Lind por la historia de la medicina fue definitivo en dos importantes campos: erradicó un mal que cobraba muchas vidas en su tiempo y realizó la primera prueba clínica de todos los tiempos. Lind nació en Edimburgo, Escocia en 1716. Estudió medicina en el Royal College of Surgeons of Edinburgh y se unió a la marina en 1739 como médico. Y fueron esos años en los que realiza la prueba que resolvió el mal del escorbuto. Los datos más antiguos sobre el escorbuto pertenecen a las obras del médico griego Hipócrates (460-380 a.C.). Este mal, presenta síntomas como manchas en la piel, sangrado de las membranas mucosas, palidez, pérdida de las piezas dentales, ceguera, alucinaciones y la muerte. Era muy común entre los marineros y piratas que pasaban grandes temporadas en alta mar.

Lind estuvo a bordo del Salisbury, un buque que surcaba el atlántico en trayectos de 10 y 11 semanas, entre los años 1746 y 1747. Durante estos viajes, observó cómo el escorbuto se desarrollaba alarmantemente entre los marineros y que de 350 de ellos sólo 80 lograban sobrevivir. James Lind llegó a creer que el escorbuto era el resultado de la putrefacción del cuerpo por falta de ácidos y así que se dispuso a incluirlos en la dieta para detener la enfermedad. Lind era un fanático de la higiene y a él se deben muchos avances en este campo.

Para su experimento reunió a doce marineros y los dividió en seis grupos de dos integrantes. Todos recibían la misma dieta con la diferencia de que a cada pareja se le administraba un suplemento diferente para observar las variaciones. Durante el experimento un grupo tomaba un cuarto de cidra; otro 25 gotas de elixir de vitriolo (ácido sulfúrico); otro más 6 cucharadas de vinagre; otro media pinta de agua de mar; otro más, dos naranjas y un limón y al último agua de cebada. Conforme la prueba clínica avanzó, Lind descubrió que el grupo que tomaba las naranjas presentaba los mayores signos de mejoría. Las naranjas y los limones eran el mejor remedio contra el escorbuto. Lind publicó sus hallazgos hasta en 1753, en una obra que tituló “Tratado sobre la naturaleza, las causas y la curación del escorbuto”, que pasó inadvertida.

Sin embargo, Lind convenció al Capitán Cook de que debía alimentar a su tripulación con frutas frescas. Y fue hasta 1789 fue cuando se dio crédito a las investigaciones del médico y la armada británica comenzó a tomar medidas contra este mal. Aún faltaba más de un siglo para que el químico polaco Kazimierz Funk (1884-1967) desarrollara el concepto de vitaminas o micro-nutrimentos esenciales para la salud. Y que se supiera que el escorbuto es provocado por falta de Vitamina C. Aunque la teoría de la putrefacción de Lind era falsa, su experimento fue un hecho clave en la historia de la medicina.

Servando Macías Fermín.

No hay comentarios: