24 marzo 2010

Editorial

Aquí montamos las verdades que se rebelan nuestras. Nos movemos en rutas que a muchos les cuesta siquiera mirar. Andamos este viaje solos, solos entre todos. Leemos lo que se escribe, escuchamos lo que se toca, miramos con detenimiento lo que se pinta, atendemos todo lo que se expresa y que esté hecho con el alma. Crecemos cada día, con cada paso; la vida no nos rebasa, nos rodea, nos sigue, permite que la atravesemos. Aquí, sabemos muchas cosas porque nos han sucedido. Jamás olvidamos la esencia de nadie. Amamos porque amando se nace a conciencia, recordamos porque recordando mantenemos vivos a todos, perdonamos porque a veces también cometemos agravio. No nos urge llegar porque la inercia de nuestros actos nos va guiando. Asistimos a los sitios a los que nos toca asistir, solamente. Nos entregamos desde hace años sin reparo, sin esperanza de recompensa, sin banalidades. Nos arrepentimos escazas veces porque reconocemos que el invierno es frío y nosotros no tratamos de cambiarlo, intentamos mantenernos tibios y respirar con calma y tranquilidad. Acá la noche es larga, llena de risas, de abrazos y de luces. Acá la laguna está para que la miremos de frente, para que nos ayude a sobrellevar los duelos, para que nos dé consejo todo el tiempo. Acá no tenemos pretensiones absurdas ni delirios de grandeza, nos reconocemos en un océano inmenso de escarabajos en carrera, un mar de libros abiertos, un universo de rutinas y orgasmos, en los que sólo somos pilares de alquitrán. La vida no depende de nosotros, vamos aportando para que las cosas sigan así. Aquí nos duele la ausencia de los que faltan, pero de alguna manera los seguimos amando… con todo el corazón. Acá sólo queremos que nos dejen trabajar, que nos permitan cumplir con el compromiso que tenemos con nosotros mismos.

Hay quienes están aquí para amasar fortunas, nosotros no, nosotros queremos amasar experiencias y eso nos hace felices. Les guste o no a muchos… eso nos hace muy felices.
Bienvenidos a otro ciclo más de Meretrices.

MAZAMITLA EN DIEZ PASOS
(1 de 2)

Así es mis estimados lectores, en esta revista de MERETRICES vamos a explorar un poco este destino turístico llamado MAZAMITLA y como el título lo dice, lo he desglosado en diez pasos, que quizá no parezcan simples, pero son consejos para aquellos turistas de fin de semana que tienen la tentación de conocer la experiencia que es el visitar este pueblito encantador. La razón por la cual quiero publicarlo en esta primera edición del año 2010, es porque estamos estrenando carretera, calles, mercado y gobierno nuevo. Este artículo será dividido en dos bloques, en el primero hablaremos de los servicios que podrán encontrar aquí, y como agradecimiento a nuestros patrocinadores, les daré una recomendación personal a sus servicios ya que ellos fueron invitados a participar en esta edición por ser negocios que destacan en calidad y servicio. En el segundo bloque que será publicado en el mes de Abril, en esta revista, me gustaría darles un poco de la historia de este pueblito de montaña en el cual hoy en día, podrás encontrar todo lo que puedas necesitar para pasar un fin de semana lleno de paz, tranquilidad, emoción, exploración en la naturaleza y los lugares escénicos más bellos del estado de Jalisco. Relájense y sigan leyendo ya que abarcaremos todas las actividades que podrás disfrutar en este lugar y aparte les daré tips sobre cómo ver que los servicios que pagaste sean realmente lo que querías y sencillas recomendaciones para que disfrutes al máximo tu primera experiencia en contacto con el bosque mágico de Mazamitla. Les recuerdo que lo podrán leer también en mi blog personal, mazamitlatourdepaloma.blogspot.com


Hace muchos siglos en este lugar, existía una población en su mayoría Náhuatl, pero éstos fueron conquistados por los Purépechas una tribu sumamente agresiva que conquistó toda la Sierra del Tigre como es conocida esta cordillera, por la presencia de gatos monteses. Por cierto, muchas de las palabras que la gente local aún utiliza, tienen origen Purépecha, como el guinomo, que significa aguja de pino, charanda, que es tierra roja, topure, tierra amarilla y el coporo, que significa cruce de caminos. Al arribar los Españoles el 27 de marzo de 1537 el primer alcalde fue Cristóbal Sebastián de Oliva, por eso el templo está dedicado a San Cristóbal y el nombre oficial se convirtió en San Cristóbal de Mazamitla, la palabra náhuatl significa mazatl, venado, mitl, flecha y tlan, lugar, la interpretación es lugar donde se hacen las flechas para cazar venados. La población dejó de ser indígena y hasta hoy en día existen mestizos y ahora muchos que somos considerados los fuereños. La mayoría de nosotros hemos comprado alguna propiedad aquí o hemos iniciado negocios que tienen giro turístico.


Paso número 1-.Empecemos por una recomendación de la ropa que es adecuada para su visita, tomando en cuenta que van a caminar muchísimo, lo primordial son zapatos cómodos y de preferencia no nuevos ya que sufrirán ampollas con estos. Las calles son empedradas y no todas parejitas; unos tenis serian ideales. Olvídense de los tacones y de la ropa de vestir, las discotecas son informales y en ningún lugar les pedirán código de etiqueta. En cuanto a la ropa, pantalones cómodos que no aprieten en ninguna parte, ya que serán útiles si montan ya sea en cuatrimoto, a caballo e incluso en un recorrido turístico donde pasarán más de dos horas sentados. Es recomendable traerse más de uno ya que en las zonas boscosas, existe muchísimo polvo que de seguro ensuciará su ropa y les picará la piel, el topure es muy bravo. Camisetas de algodón les evitarán sudar cuando se asoma el sol aquí en la montaña, que es muy intenso. No olviden los lentes oscuros y la cachucha. El viento helado especialmente en invierno es constante así que les recomiendo traerse un rompe vientos que podrán amarrarse a la cintura cuando sientan calor y ponérselo cuando sientan frío; pero no salgan nunca sin él. En las noches la temperatura baja súbitamente, una mochila en la cual lleven un suéter, una bufanda, guantes y un gorrito son muy recomendables. Una buena chamarra caliente es lo mejor para la noche por si van a ir a la plaza o a la disco ya que si salen sudando de tanto bailar, al frío de la noche podrán enfermarse de las vías respiratorias. Si sólo pueden dormir con algún tipo de almohada especial tráiganla. Y si son muy friolentos les recomiendo una cobijita de camello que podrán meter entre las sábanas y calentarse a gusto. Recuerden usar piyamas ya que en las madrugadas podría helar aunque quizá no sea muy romántico pero más vale dormir calientitos a medio congelarse abrazados. Olviden los baby dolls y los camisones de encaje, ja ja ja. Hay farmacias en Mazamitla por si olvidaron algún medicamento pero si es controlado les recomiendo no omitir empacarlo.


Paso número 2.- Llegar a tu cabaña u hotel, en caso de haber hecho una reservación por medio de algún intermediario, o de los mismos dueños de las cabañas u hoteles, les sugiero que pidan la dirección exacta de la ubicación de su destino, muchos llegan aquí y piden información en las calles, a veces no conocemos la ubicación de las cabañas y puede ser bastante frustrante para los turistas el no encontrar su hospedaje luego-luego. Pide el teléfono de la persona que te debe de recibir, el nombre del barrio o zona o hasta fraccionamiento donde se localiza la cabaña u hotel, pide el nombre del propietario y el del módulo de cabañas donde rentaste y pídeles el teléfono de algún conocido que tenga acceso a las cabañas por si no puedes comunicarte con la persona al arribar.


Una vez ya en tu cabaña, revisa que todos los servicios que te prometieron estén en orden, por ejemplo si la cabaña cuenta con leña incluida asegúrate que esté en efecto la leña ahí, checa las pilas del control remoto, y si no sirven no accedas a comprarlas tú; estos gastos deben de ir por cuenta de los prestadores de servicios. Si depositaste el 50% en la cuenta que te dieron lleva la ficha de depósito contigo ya que sólo así te la harán valer. Una vista debajo de las camas te dirá si la cabaña efectivamente fue limpiada a fondo, checa que no haya presencia de insectos como hormigas o arañas dentro y si se encuentra cerca de áreas de construcción ten cuidado con algún encuentro con alacranes que aunque no son nativos de la zona por el frio, podrían haber emigrado con los materiales de construcción. Abre las llaves del agua y jala la cadena del inodoro, aparte checa que las luces enciendan y verifica que te enciendan el boiler y el tanque de gas, checa que la estufa encienda y que las chimeneas estén limpias. Huele las sábanas y las toallas para verificar su limpieza y es preferible dormir entre las sábanas que sobre las colchas y tapándote con la cobijas ya que estás a veces no son lavadas con la misma regularidad que las sábanas. Checa que las regaderas estén limpias y secas, que los jabones y papeles de baño estén cerrados, si la cabaña o cuarto de hotel no está en estado adecuado, no pidas tu depósito de vuelta, la probabilidad de que te lo regresen es muy escasa, mejor hazle ver al que te la entregue los detalles que están mal y exígeles que hagan lo pertinente para que te la entreguen en un estado satisfactorio. Hablando se entiende la gente y si hay algo que no te parece, casi te aseguro que por no perder tu renta, harán lo necesario para complacerte con tal de no perderte como cliente a futuro. En fin, ya que te estableciste en la cabaña, no olvides pedirles algún número de teléfono donde los puedas contactar en caso de necesitar de su atención durante tu estancia. Asegúrate de decirles la hora de tu llegada y por favor notifícales si ves que vas a llegar tarde para que estén a la mano. Esta falta de comunicación podría ocasionar que ellos piensen que no vas a llegar o que de plano te ofrecieron otra cabaña y algunos no te van a llamar para averiguar donde terminaste. Si reservaste sin depositar, recuerda que la persona está contando con tu llegada y sería malo el cambiar de opinión a la mera hora. Estas actitudes son las que fomentan una práctica detestable acá que se llama el coyotaje. No te prestes a esto. Podrías terminar pagando más caro el servicio que si tan sólo respetas tu reservación. En caso de venir sin nada de información, ten cuidado con quien tratas la cabaña, por lo general el precio por pareja es desde $400 a $600 pesos en una cabaña con servicios completos y de $250 a $350 en hostales y en algunos hoteles desde $350 a $1700 en la suite.


A lo largo de este artículo voy a mencionar los lugares que se anuncian en esta revista para tu mayor confianza, la ubicación de éstos la encontrarás en el anuncio, así como los teléfonos para hacer reservaciones. Me limitaré a describirles los servicios que tienen y por lo cual destacan.


El primero en cuanto a hospedaje sería POSADA ALPINA, que es un hotel cómodo y céntrico, el restaurante cuenta con platillos regionales, internacionales y en su nueva terraza podrás disfrutar de una variedad de bebidas calientes y frías y deliciosos pasteles que hacen en su panadería, la comida y la atención es muy buena y el lugar tiene un encanto especial al ser una construcción clásica de este pueblo.


En cuanto a cabañas, REFUGIOS DE MONTAÑO, les ofrece un ambiente de paz y cordialidad, con vista al bosque y una ubicación práctica, las amenidades que te ofrece están pensadas en tu comodidad y el lujo está en los detalles aunque tienen un encanto rústico y original. Por cierto yo las atiendo personalmente.


Otra cabaña que tiene mucho que ofrecer es la de WIKI-TAU, que tiene detalles de artesanía especial y es sumamente fascinante. Aquí debo mencionar la tienda de artesanías y ropa WIKI TAU, donde podrán encontrar desde adornos, inciensos, tabaco, pipas, camisetas, gorritos tejidos, guantes y artículos de cuero, pulseras y collares y en su cafetería, EL CUARTEL DEL AGUILA, podrás saborear bebidas calientes y frías como capuchinos y cafés frapees.


CABAÑAS EL PINITO, son de madera y cuentan con diferentes tamaños de cabañas, desde las luna-mieleras hasta las de 14 personas, sus áreas verdes son bellas y la vista al bosque es genial, cuenta con estacionamiento y cancha de básquet-ball, asadores y juegos para los niños. Estas son muy llamativas por su rusticidad, comodidad y servicio muy bueno y su propietario es el arquitecto que las diseñó, por si les llama la atención una construcción con diseño. Cuentan con promociones para todo tipo de grupos en temporada baja y con lobby.


Paso número 3.- El dónde comer en Mazamitla. Existen desde puestos de tacos sudados, de carnitas, de guisados, hasta pizza, parrilladas, hamburguesas y dogos, tamales, antojitos regionales, mariscos y comida internacional y los platillos regionales de los cuales, el más famoso es el Bote. Muchos preguntan: ¿qué es el Bote? Cuenta la leyenda que un día un trió de borrachitos se pusieron de acuerdo para comer en una de sus borracheras en el Chorro, una zona cercana a Mazamitla, prendieron la fogata y pusieron agua a hervir en un bote de metal que encontraron, todos trajeron verduras, pero no se pusieron de acuerdo en la carne que traerían para la sopa, uno trajo pollo, otro trajo carne de puerco y el ultimo trajo carne de res, así que metieron las tres diferentes carnes al bote a cocinarse y ya que el guisado estaba casi listo y había tenido su primer hervor, decidieron echarle del pulque con el cual se estaban emborrachando, el resultado fue una sopa de sabor muy buena y que se hizo muy popular en esta región. Bueno en cuanto a lo que cuesta la comida en Mazamitla, depende de lo que se te antoje comer, desde $3.50 el taco sudado, hasta $90 pesos un platillo en uno de los mejores restaurantes del pueblo.


En LA CARRETA, podrán saborear deliciosos platillos regionales y campestres, su ubicación es genial y la decoración y ambiente es muy agradable cuenta con bar y terraza, estacionamiento y el trato es cordial, se los recomiendo para eventos y convenciones. En este restaurante fue reubicada una de las dos trojes más antiguas del pueblo y pueden apreciarla en este bello restaurante.


En POSADA MAZAMITLA, los platillos son regionales y la sazón es muy buena, cuenta con diferentes áreas y la ubicación céntrica es genial por si te da hambre paseando por el pueblo. La fuente en el centro está rodeada de plantas y siendo una de las casas más antiguas del pueblo uno de sus atractivos son las fotografías antiguas que adornan las paredes, dando testimonio a la historia de Mazamitla.


Mi favorito es sin duda EL RINCÓN DE LOS SABORES, donde desde sus antojitos mexicanos hasta sus platillos regionales tiene un toque de hogar. Esta experiencia es sin duda un deleite al paladar en todos sus platillos. El ambiente es cómodo y céntrico, sólo abre de viernes a domingo y el trato es amable.


Para los pollos estilo Sinaloa les recomiendo el POLLO PILLO a la entrada del pueblo con servicio a domicilio y donde el delicioso pollo es acompañado por nopalitos, frijoles de la olla, tortillas y arroz. También en el SUPER SIERRA podrán encontrar toda la variedad de botanas, vinos, leña y cualquier antojito que tengan. Incluso tienen máquinas de café tipo capuchino y crema irlandesa, puedes hacer tu pedido y te lo llevarán a tu cabaña sin costo extra.


LA TROJE, es sin duda uno de los restaurantes con más tradición aquí, sus platillos son de alta calidad. El giro es campestre regional e internacional con excelentes cortes finos. El ambiente es campirano y el servicio de primera. En su hotel encontrarán lujo y comodidad, su ubicación a la entrada del pueblo es genial y su vista muy buena.

En EL GNOMO, las pizzas a la leña y demás platillos son sin duda una experiencia culinaria que en pocos lugares se aprecia, es todo un espectáculo ver como tu pizza es preparada y en sólo tres minutos sale del horno y la podrás degustar.


En VILLA MARIA encontrarán un ambiente de lujo con un menú que cuenta con cortes finos y platillos internacionales que te harán agua la boca, los precios son accesibles y como su eslogan lo dice verídicamente, no siempre lo mejor es lo más caro. En su cómodo lounge podrás disfrutar de un servicio de bar muy bien atendido.


Paso número 4.- Bueno ya resolvimos la llegada, el hospedaje y la alimentación, ahora: ¿Qué hacer en Mazamitla? hay desde recorridos turísticos que los llevarán por un mínimo de dos horas quince minutos a los pueblos y comunidades aledañas, donde gozarán de información sobre los lugares que visitarán, el bellísimo paisaje y algunos chistes que los guías les contarán en el camino. EL TOUR LOS MIRADORES ha destacado por su excelente servicio y comodidad, para estos recorridos, cuenta con 4 rutas en las cuales podrán disfrutar de los mejores miradores del área, sus choferes son consientes y sus guías muy atentos. La información que dan es buena y uno se da cuenta que los clientes disfrutaron sus viajes al ver bajarse del camioncito verde a la gente con sonrisas en sus rostros.


EXPLORA MAZAMITLA es otro tipo de recorrido que cuenta con ya sus combis cerradas, muy convenientes para la época del polvo, o un camioncito abierto para los más aventureros, cuenta con tres rutas y el servicio es de primera clase, en su boutique podrás comprar ropa adecuada y muy buena.


O podrán darse una vuelta a El Salto a caballo a apreciar una de las cascadas más conocidas del pueblo, hasta una renta en una cuatrimoto o en un carrito de motor ranger crew para las familias, varios de los establecimientos de este giro les incluye guía para mayor seguridad y por favor recuerden que estos lugares requieren el firmar un pagaré por si Dios no lo quiera llegarán a tener un percance; hemos visto a muchas personas en estado de ebriedad tener los más escalofriantes accidentes y les sugiero que recuerden no rentar estos vehículos si están tomando. También les suplico que se pongan un casco y exijan que les proporcionen uno ya que de alguna manera los puede salvar de una lesión mayor en caso de que por si por alguna circunstancia llegarán a accidentarse, aparte lean el contrato, he notado que pocos lo hacen y no se dan cuenta que éste es un deslinde de responsabilidades de parte del rentador y aparte los compromete a pagar los daños al vehículo en caso de algún choque. Aparte por favor chequen el estado de la moto antes de partir y hacerle saber al prestador de servicios que la moto trae algún desperfecto y que no se los vaya a cobrar a ustedes. Se requiere también dejar su credencial de elector en prenda y sólo se pueden rentar con la aprobación de un adulto. A partir del primero de enero el costo de todas las cuatrimotos del pueblo deberá ser el de $300 por hora solos y en tours con guía, que son ahora obligatorios que duren más de una hora, la renta será de $250 por hora. Esta es una regla nueva del ayuntamiento y esperamos que ustedes comprendan que en el pasado las motos daban vueltas por el pueblo a gran velocidad y ocasionaron muchos percances.


Los rentadores de cuatrimotos que más recomiendo son los siguientes, MOTOS TANY, éstas son las más nuevas y cuentan con seguro de vida y daños a terceros, son de color blancas y les ofrecen guías. Las motos están constantemente checadas para su mejor funcionamiento y se ubican en un lugar privilegiado.


GMC MOTO ADVENTURES, cuenta con servicio de estacionamiento y baños, el trato es cordial y las motos están en muy buen estado, las reconocerás por las placas tricolor que tienen, también tienen un carrito para familias. Cuenta con servicio de guías y es uno de los mejores servicios de motos.


MOTO AVENTURA ATV cuenta con varios locales para tu comodidad. Las cuatrimotos son automáticas y semiautomáticas y el servicio es de primera. La atención a las cuatrimotos es supervisada antes y después de cada renta y cuenta con servicio de guías en cada recorrido para mayor seguridad. Estas motos son las que se encuentran en mejor estado mecánico, realmente se las recomiendo.


Paloma Arau

Diatriba contra la Estulta

(Más de homosexualidad y religión…)

"Angustia tengo por ti, hermano mío Jonatan, que me fuiste muy dulce.
Más maravilloso me fue tu amor que el amor de las mujeres".
Samuel 1:26

A Toño, a Ricardo y a Victor:


Acerca del artículo de “Que los jotitos no van al cielo” (Página, Num. 49), firmado por Javier Raygoza Munguia, donde habla acerca de la noticia que escuchó por la radio el 2 de diciembre a voz del Cardenal mexicano, Javier Lozano Barragán, donde insolentemente afirma que los homosexuales no irán al cielo; comentario por demás retrograda y de una mente que padece de cerrazón; producto de una institución terca, adulteradora, contumaz, tartufa, inquisidora y represora… Pero no me cayeron de sorpresa los comentarios. Nada menos se podía esperar de un burro de esa índole, quien ya ha dicho antes que los preservativos son la gran farsa; quien está en contra de la donación de órganos, de la eutanasia y –por supuesto—del aborto, sea incesto, parricidio o violación. Como se darán cuenta, aun no hago las pases con la iglesia que me trató de aherrojar la libertad de alma y de pensamiento; con la mentirosa, con la adulteradora de la historia, con la inquisidora, con la Puta de Babilonia, como la llama Vallejo y de donde extraigo algunos adjetivos. Permítaseme entonces dar mi punto de vista muy particular y subjetivo de este tema tan vituperado y de mal sabor para la iglesia católica, alharaca mesiánica que se sigue dando golpes de pecho hipócritamente. Que los jotitos no van al cielo. Eso más bien es asunto de aerolíneas. ¿Quién diablos se cree el santurrón cara de caballo para decir que los homosexuales no tienen cabida en el reino de Dios? ¿Se siente a caso amo y señor de la vida y de la muerte para espetar tan burdamente una aseveración tan seria para la sociedad, basándose en párrafos bíblicos como si la Biblia fuera el pivote de la humanidad? Ya estamos en el 2009. Ya la gente no está tan tapada como ellos quisieran habernos mantenido. Gracias al Internet y al discovery channel, y a Bart Simpson y al purpura Barney, la gente supo que hay cinco continentes y que la religión católica no es la única opción, que hay más Salvadores y que la Biblia fue escrita por humanos (inspirados en Dios, claro) y que ningún ojete ricachon doctor en teología, egresado de la Pontificia Universidad gregoriana de Roma, nos va a seguir jugando el dedo en la boca con sus aseveraciones pueriles y martajadas por su senilidad y su colmillo filoso de arzobispo y cardenal.

No, Padrecito, esta no se la voy a valer.

¿Pero qué se puede esperar de una boca institucionalizada por una mente que no es capaz de pensar por sí sola porque lleva arrastrando consigo las pesadas cadenas del pecado mayor de la iglesia que es de desmentir sus propias mentiras? Claro está que tenía que escudarse con versículos bíblicos. “No lo digo yo, lo dice San Pablo.” ¡Qué huevos! Culpen al muertito, yo nomás repito. Pero San Pablo, en su epístola a los Romanos (Ro 1:26-28) no dice eso, él, a su vez, le avienta la bolita a Dios, a quien no se le puede cuestionar nada pues Dios no escribió ni dijo nada, Dios, según la fe cristiana, inspiró a los escritores de los testamentos a escribir su legado a la humanidad. Si este es el versículo al que el cardenal se refiere, la misma Biblia los desmienta a ambos (2 Pedro 3:15-16). Pero para entender esto hay que buscar qué es la Biblia. La Biblia es una colección de escritos que a través de más de mil años nos relata la historia de la relación de Dios con los hebreos y el pueblo cristiano. Fue escrita en varias lenguas, abarca diferentes formas literarias, y refleja culturas muy diferentes a las nuestras. Estos factores son decisivos para interpretar correctamente a la Biblia en su contexto. Hablando en un contexto contemporáneo, empero, se puede decir que la Biblia llegó a nuestras manos pirateada, manoseada, manipulada y diversificada por la larga retahíla de lenguas, idiomas y agentes que se encargaron de interpretarla a como mejor les conviniera. Pero esto ya comienza a saber más a postulado antisemita que a ensayo. ¿Veamos pues, por qué tanto odio a los homosexuales? Al grado que un ser humano de carne y hueso, pecador y mecenas, bueno y malo, justo y tirano, los abomine y les coarte el pase a la gloria como si el fuera el todopoderoso, por el simple hecho que no fueron capaces de inclinarse por el sexo opuesto. ¡Bendito Dios! Y discúlpenme, pero, ¡Qué pesha y que abominable es la pesha!

No sé si sepa o sólo se cierre a los estudios científicos y de arduo hurgo. Escuche pajarraco colorado, si para usted y para la iglesia católica la homosexualidad es un problema, para la medicina y para la psicología es una orientación sexual. 1 Desde 1973 la comunidad científica internacional considera que la homosexualidad no es una enfermedad. En 1991, el neurocientífico estadounidense Simón LeVay, publicó un artículo llamado “Una diferencia en la estructura hipotálamica entre hombres homosexuales y heterosexuales”. 2 En este artículo se describe una diferencia en el porcentaje del tamaño y volumen del tercer núcleo intersticial del hipotálamo anterior (INAH3) entre hombres homosexuales y heterosexuales, aclarando que este es más grande en heterosexuales en comparación al hallado en cerebros homosexuales. El INAH3 homosexual es similar en tamaño al encontrado en cerebros femeninos.
Veamos entonces. Lo que me convocó a escribir este ensayo o más bien lo que me incitó fue la oportunidad de sacar mi coraje en contra de la iglesia católica. Y eso tampoco es justo. Hay instituciones bien formadas de católicos serios que buscan el bien de los demás anteponiendo el bienestar espiritual propio. Yo no soy nada ni nadie para criticar las inclinaciones religiosas o de fe de los demás. Apenas puedo con la cruz que llevo desde chiquillo, desde que me mandaban al catecismo a huevo, desde que mi abuela Concha en paz descanse me hacía rezar rosarios interminables cuando debería de estar jugando a las escondidas. Pero hay gente buena, como todo. Hay asociaciones ejemplificadoras que hacen retiros espirituales y que obran por el bien de la sociedad ahora que más se necesita y que no andan pregonando lo bien que hacen, y no hacen tirajes de trípticos y panfletos de niños miserables decorados de moscas, mocos y manchas en algún sitio de África, para desparramar la contagiosa lástima de los feligreses que son entrenados (como quien dice) a servir de plañideras de otras capillas cuando en su propia casa hay difunto tendido.

Pero entre el despilfarro de santos y vírgenes, descollan las cataratas de baleados, de quemados y de decapitados, en las cristeadas, en las cruzadas y en la edad media. Pero al doctorcillo vestido de caperucita roja se le ha olvidado. Vayamos al grano que ya me cansé de escribir. La iglesia Católica Apostólica Romana no está ni en derecho ni en estado ni en posición de vituperar, de criticar y mucho menos de condenar a los gays (manéjese como sustantivo) cuando su santa grey está llena de homosexuales, transexuales (véase en google Padre Vincent 'Anthony' Capretta, alias Big Mama), de los cientos de narcoservidores, 3 de depravados ginecólogos (véase los conventos femeninos de Medellín, que se dedicaron a sacarles el útero a las monjas de la ciudad bajo el lema de que los úteros que no se usaban para la gestación producían tumores: “la mujer que no pare hijos, pare miomas”). Claro está que esta cruzada fue perpetrada y dirigida por los padres calenturientos que (a bien) preferían copular con las monjas que con los niños o con las señoras cotorras de los pueblos. No nos cerremos a nuestras convicciones óseas, sabemos, en lo profundo del hueso que la celibacia en la iglesia católica es un problema. Más grande aún que el de la homosexualidad para su propia institución. Ojala se dejaran de cosas y comenzara la iglesia a pensar que para el bien de todos, los padres son hombres y los homosexuales son homosexuales, hombre o mujer, ellos no tienen la culpa, muy por detrás del gozo, hay un ser humano que sufre, porque en más de dos mil años no ha podido una sociedad arribar a un ton sincrónico en el cual haya igualdad sin importar nada, ni religión ni partido político ni orientación sexual. Larga es la lista de versículos bíblicos en contra de la homosexualidad (de acuerdo a la traducción del arameo, al hebreo, al latín, al ingles, al español al castellano...uff…) pero más larga es la lista de pasajes y versiculos en los cuales impera la inmensa bondad de Dios, tal como lo percibe la iglesia cristiana, redime a todo ser humano de todo pecado confiriendo el derecho de arrepentimiento. No cabe duda, yo soy católico (por nacimiento y no por convicción) de que pertenecemos a la religión más solapadora del mundo: la que viola, mata, roba, miente, desahoga, “yo lo he hecho”, dicen los arrepentidos en los retiros espirituales, al final, si te arrepientes, las puertas del cielo están abiertas. El reino de los cielos es para los niños y para los arrepentidos, ¿pero no para los homosexuales y las lesbianas? ¡Qué iglesia tan tartufa!

PD: Puesto que cualquier argumentación tiene que tomar en cuenta la falta de datos, es mucho más confiable volver a los grandes principios del Evangelio enseñados por Jesús y los apóstoles. Ama a Dios con todo tu corazón, y ama a tu prójimo como a ti mismo. No juzguen a otros, para que Dios no los juzgue a ustedes. El fruto del Espíritu Santo es el amor…contra esto no hay ley.

Una cosa es absolutamente clara, como dice Pablo en Gálatas 5:14: Porque toda la ley se resume en este solo mandato: "Ama a tu prójimo como a ti mismo."

Esto me lo enseñó mi iglesia, ¡que ya me deje en paz, por favor! (o por Dios, por favor).
Y como dice mi amigo Z Puglisi: Punto.
1. University of Waterloo.
2. LeVay S (1991). A difference in hypothalamic structure between homosexual and heterosexual men. Science, 253, 1034-1037.
3. Héctor Abad Faciolince, El Olvido que seremos, pg. 57.

Otras fuentes:
Winkipedia
Diccionario Enciclopedico Larousse
La Biblia, versión King James
La Puta de Babilonia, Fernàndo Vallejo
Fairwell to God, Charles Templeton
Lost Christianities, Bart D. Ehrman
Letras Libres (saltapatràs) de Guillermo Sheridan

El odio a los gringos



Aquí me refiero a la novela Columbus (1), del escritor chihuahuense Ignacio Solares, multipremiado periodista, narrador y dramaturgo que ha logrado unir la apreciación histórica y la ficción en la mayoría de sus textos, al mismo tiempo que ha aportado una visión personal y certera sobre temas de la vida nacional que han estado sometidos a los intereses norteamericanos en nuestro país.
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La novela en cuestión trata el tema de la incursión de Pancho Villa en la población de Columbus, Nuevo México, el 9 de marzo de 1916. Los antecedentes de la relación México-Estados Unidos se refieren a diversas incursiones del ejército norteamericano en el territorio vecino, incluso para apropiarse de más de la mitad del territorio mexicano.


La incursión del ejército villista en Columbus fue el de un inédito ataque a la orgullosa nación norteamericana, que despertó encontradas opiniones a nivel mundial, poniendo a Villa a nivel de héroe inaudito o de brutal bandido y asesino.

Berta Ulloa (2) plantea que “una gavilla que mandaba directamente Pablo López asaltó y dio muerte a 17 mineros norteamericanos en Santa Isabel, Chihuahua, el 10 de enero de 1916. Las que jefaturaba el propio Villa atacaron Columbus, Nuevo México, en la madrugada del 10 de marzo del mismo año”.

En general, la apreciación histórica es que Villa entró a Columbus, pero en la novela de Ignacio Solares se dice que no fue Villa, sino Pablo López, quien comandó la incursión, misma que ocurrió el día 9. “Entramos exactamente a las cuatro y cuarto de la mañana, lo sé porque uno de los primeros tiros que disparamos le dio al reloj de la aduana, deteniendo su funcionamiento. No me di cuenta durante esa misma noche, por supuesto, pero luego al ver las películas que filmaron los gringos lo descubrí” (3) .

La novela da cuenta de que esa incursión fue fallida, ya que sólo pudieron matar a unos cuantos civiles luego de que Pablo López se equivocó y comenzó a disparar hacia el lado equivocado de la avenida principal, la Boundary, donde efectivamente se encontraba durmiendo el XIII Regimiento de Caballería de Estados Unidos, al mando del general Herbert Slocum, pero los disparos se hicieron hacia el otro lado de la calle, precisamente donde se encontraban los establos, haciendo matazón de caballos y no de soldados.

La historia asegura que los villistas se robaron en esa ocasión más de 100 caballos, que buena falta le hacían a la gavilla que quedaba de la otrora poderosa División del Norte, pero no fue así, ni un solo caballo pudieron hurtar en esa incursión, al contrario, perdieron muchos de los pocos que llevaban al ser repelidos por el ejército norteamericano, que tuvo la suerte de que la tienda Lemon and Payne se incendió y esa enorme fogata denunció a los asaltantes, que fueron presa fácil de las armas gringas.

El fracaso militar de la incursión se convirtió en un hecho de primera magnitud por ser la primera ocasión que se atacaba a la nación norteamericana. El presidente de los Estados Unidos, Woodrow Wilson, que tenía una personal admiración por el Centauro del Norte, a quien consideraba como el único capaz de dirigir a la nación mexicana, lo llamó desde entonces bandolero y robavacas.

Pero Francisco Bulnes (4) pone los puntos sobre las íes cuando plantea: “Su ataque sobre Columbus no puede ser calificado como el acto de un bandido porque el que una fuerza de dos o trescientos hombres ataque una ciudad defendida por 650 soldados norteamericanos, bien equipados, bien dirigidos y bien armados, difícilmente puede ser llamado una bandolería”.

El ataque de Villa a Columbus fue su respuesta al reconocimiento que Wilson hizo del gobierno de Carranza, lo que suponía una traición del presidente norteamericano a la causa de Villa que había apoyado anteriormente.

Como resultado de este ataque, se inició una nueva invasión al territorio mexicano, al que ingresaron 15 mil soldados gringos al mando del general John J. Pershing, en lo que se llamó la Expedición Punitiva que tenía órdenes de capturar a Villa y llevarlo a Estados Unidos.

Se inició la invasión el 14 de marzo de 1916 y sus diversas acciones en territorio mexicano no dieron el resultado esperado, pues nunca atraparon a Villa, ni siquiera pudieron verlo de lejos ni evitar varias escaramuzas que tuvo contra el ejército de Carranza. Fue hasta el 5 de febrero de 1917 cuando salieron del territorio mexicano los últimos soldados norteamericanos destacamentados en esa operación.

La novela de Solares contiene mucha información, pero lo más importante es el conjunto de temas que pueden abordarse para establecer ensayos temáticos, como puede ser el odio a los yanquis, mucho más marcado en la línea fronteriza que en el resto del país.

El acierto de Ignacio Solares ha sido recurrir a su experiencia periodística para desarrollar su novela como si fuese una entrevista. Aún cuando nunca aparece el entrevistador, el entrevistado da rienda suelta a sus recuerdos siempre ante una copa de alcohol, empezando con bourbon y a partir del Jack Daniels con cerveza puede tomar lo que quiera, un vino blanco, un Bloody Mary, lo que sea, pues la entrevista ocurre en una cantina en Ciudad Juárez, propiedad del entrevistado.

Luis Treviño es el nombre de este personaje que nos llevará por los vericuetos de la lucha armada norteña comandada por Villa. Ex seminarista, Treviño se ve a sus 25 años como un bueno para nada, su tío Carlos le consiguió trabajo de bell-boy en el hotel Versalles y los fines de semana en el burdel del Chino Ruelas en la calle 16, que no estaba en la 16 sino en la Mariscal y el trabajo de Luis Treviño era repartir tarjetitas a posibles clientes con el verdadero domicilio del prostíbulo.

Para ese entonces Treviño tenía casi 25 años y era virgen, en parte por haber estado en el seminario y sometido por las penas del infierno que le esperaban si pecaba, con la amenaza en su conciencia del padre Roque que lo atormenta toda la vida.

Y es en el burdel del Chino Ruelas donde conoció a la primera mujer, Obdulia, hija de la regenteadora del local, una niña de 16 años que sería su mujer y con la que se iniciaría en la vida sexual y en la aventura con Pancho Villa.

Mejor en todos los aspectos que su hombre, Obdulia aprendió a disparar y a andar en caballo, pero por el hecho de ser mujer se le niega la posibilidad de ingresar como un soldado más en las filas revolucionarias.

A pesar de que Obdulia fue el amor de su vida, Treviño la descuida y deja que la maltraten en las faenas domésticas, que son peores que la lucha armada y, por supuesto, no revisten ningún interés, como el que sí despierta en la niña –como en su hombre- la posibilidad de entrar en combate.

Don Cipriano Bernal, el contacto para ingresar a las filas villistas, le había contado a Luis Treviño que Villa había fusilado a casi 100 mujeres con sus hijos porque, intentando convencerlas de que se unieran a sus filas, alguna le lanzó un balazo que le perforó el sombrero. Como ninguna quiso delatar a la autora, las mandó fusilar a todas. Al parecer, a partir de ese hecho funesto, Villa odiaba a las mujeres y no iba a permitir que una escuincla de 16 años, esposa de quién sabe quién, ingresara a su ejército.

El de las mujeres en la revolución es otro tema tentador, ya anunciado por Ricardo Flores Magón en su periódico Regeneración: “Bajo el imperio de la injusticia social en que se pudre la humanidad, la existencia de la mujer oscila en el campo mezquino de su destino, cuyas fronteras se pierden en la negrura de la fatiga y el hambre o en las tinieblas del matrimonio y la prostitución” (5).

Pero lo que está presente siempre en la novela es la relación entre el gobierno norteamericano y el mexicano, que ha sido siempre de agresión abierta o velada de aquél y de sumisión de éste.

Luis Treviño comienza su narración de hechos con la invasión que los gringos hicieron de Veracruz en 1914, a consecuencia de un hecho ocurrido en Tampico. Los marinos norteamericanos se posesionaron de la bahía, entraron al puerto y las fuerzas mexicanas abandonaron la población. Fue la población la que peleó contra los invasores, lanzándoles piedras y agua caliente desde las azoteas.

No todos los soldados mexicanos eran cobardes. El teniente Manuel Azueta luchó con una ametralladora hasta caer herido, cuando intentaron curarlo de sus heridas se negó: “De que me cure un cochino gringo a morir, prefiero morir” (6).

La actitud de Luis Treviño, que termina siendo derrotista, habrá de mantenerse durante casi toda su vida como la de un patriota que ve vulnerada su nación, a los gobiernos mexicanos entreguistas y tan sólo recobrado su sentido nacionalista gracias a la fallida incursión a Columbus como algo que fue vital.

Y lo dice: “Hincamos las espuelas al tiempo que gritábamos ¡Viva México! ¡Mueran los gringos!, con el corazón enloquecido afuera del pecho y la sensación de que violábamos lo prohibido, que nos metíamos a donde nunca nadie, en esa forma, se había metido, ¿quién nos lo quita?” (7).

Pero, a fin de cuentas, la novela nos hace cimbrar cuando la perorata de Treviño se convierte en algo cíclico, como la historia misma, como los hechos recurrentes de una historia interminable de sometimiento a la nación más poderosa del mundo.

La novela comienza y termina con las mismas palabras: “En realidad, no fue tanto por irme con Villa como por joder a los gringos, entiéndeme. Joder a los gringos fue, esencialmente, algo así como casarte in articulo mortis, como creer en la resurrección de la carne, como suponer que tus actos influyen en la salvación del mundo. Algo así. Pisteamos un rato y te cuento”.

Algo así como ver la existencia a partir de un trago, por más amargo que éste resulte.


Quetzalcóatl Rodríguez del Río









1 Solares, Ignacio. Columbus. 1ª ed. Alfaguara, México 1996. 2ª ed. Punto de Lectura, México 2002. 160 pp.
2 Ulloa, Berta. La lucha armada (1911-1920), en Historia general de México T. 2, El Colegio de México, 3ª ed. 1985.
3 Solares, Ignacio. Op. cit. p. 151
4 Bulnes, Francisco. Toda la verdad acerca de la Revolución Mexicana. 1ª ed. Libro-Mez, México 1977. 316 pp. 1000 ejs. Pág. 295
5 Flores Magón, Ricardo. Regeneración, 24 de septiembre de 1910.
6 Solares, Ignacio. Op. cit. pág. 12
7 Solares, Ignacio. Op. cit. pág. 152

Entrevista a Alberto Ortiz
Meretrices (M): Estamos con Alberto Ortiz, uno de los pintores de la Ribera de Chapala, quien aparte de dedicarse a la producción plástica, a la pintura, también es un ávido estudioso de las artes y conocedor de la teoría y de la historia del arte. Alberto ¿cómo es que comienzas con este afán?

Alberto Ortiz (AO): Mira, a mí siempre me gustó mucho la pintura mexicana y siempre fui un admirador de los grandes pintores. Desde que yo estaba muy joven. Pero yo tenía mucho miedo. Alguien me decía: “¿por qué no pintas?”, no, yo solamente sé y conozco a los pintores. Tenía yo dieciocho años cuando conviví con Chávez Vega y con Gabriel Flores, que son, sobre todo Gabriel Flores, es una figura importante en la pintura mural, en la pintura expresiva de Jalisco; yo creo que después de Orozco, Gabriel Flores es un heredero de la tradición de Orozco. Siempre me ha gustado mucho la pintura. Una vez estaba yo con un pintor, me dijo: “ponte a pintar, yo te doy clases”, y empecé a estudiar pintura en la escuela de sordos. Mi amigo me entusiasmó, hice un cuadro que… hice una exposición en mi casa y ahí lo vendí. Dije, “ah, se pueden vender estas chingaderas” ah, bueno. Pero en el fondo, yo nunca he vivido de la pintura pero para mi es muy gratificante. Para mí ha sido primero el conocimiento de los pintores y después el convivir con muchos. Con algunos pintores me sentía muy gratificado, muy contento de conocerlos y entonces empecé a pintar.

M: ¿Cuántos años tiene ya que empezaste a pintar Alberto?

AO: Pues yo creo que unos quince. Aunque no daba realmente continuidad sino iniciaba y luego los pinceles se me llenaban de polvo. Ya tengo como tres años que digo más o menos.

M: Con mas producción.

AO: Con más producción y además con un proceso ya de más madurez como persona. No como pintor pero sí como persona. Entonces eso me da más estabilidad.

M: Alberto, respóndeme esto por favor: ¿para qué pintar?

AO: Mira, por ejemplo leí una vez, tenía yo diecisiete años y leí a un escritor portugués que se llama Eca do queirós; “los mayas” se llama la novela, y a mí me pareció fantástica, como para hacer cine. Empecé pero no puedo expresarme de esa manera. Hice un intento con eso, he hecho intentos con poesía y de alguna manera hago pero nomás el intento; y con la pintura como que he concluido un poco más. Me siento más, tengo menos miedo en hacerlo, tal vez me sienta seguro de lo que siento.

M: Hablando de lo que nos acabas de comentar hace un momento, Alberto. En tu concepción ¿qué es más importante, el autor o la obra? Por que nos hablas de conocer pintores y hay quienes juzgan más importante la obra que conocer al autor.

AO: Mira, yo creo que la obra. Definitivamente, la obra. Pero es bien importante quién hace esa obra. Yo conocí por ejemplo a pintores que son ahorita famosos, muy famosos; Ricardo Martínez, por ejemplo, que es un excelente pintor, es un gran maestro del color pero dicen que como persona era un cabron muy neurótico, muy enfermo, muy nervioso. Pasa mucho con los pintores: que como persona tienen algunos problemas de encontrarse. Tal vez se encuentran en su pintura, cuando hacen su obra y ya dicen que son ellos. Pero ya después en su cotidianidad son a veces muchas broncas, muchos problemas no resueltos, un chingo de miedos, un montón de problemas.

M: ¿Tú ya te encontraste?

AO: No sé si ya me encontré pero estoy en el intento, y al menos tengo conciencia de que estoy buscando. A lo mejor no estoy buscando nada, estoy tratando de ser, estoy tratando de ser yo solamente, mis pinches monos feos o los colores que uso eso a mí me ponen bien. A lo mejor es una terapia.

M: Técnicas y temas Alberto ¿cuáles prefieres?

AO: Mira, a mí me gusta el acrílico porque no seca rápido y como yo a veces lo que hago es de primer intento. En el caso del óleo yo he hecho por ejemplo algún dibujo, algún cuadro, algún intento de cuadro. Pero inicié con óleo y después tuve problemas. Me gusta, por ejemplo, usar algo de acrílico y luego después meterle óleo. O sea: Mixto.

M: Y tus temas… ¿has definido tus temas?

AO: Sí. Mis temas siempre son como… Es un poco difícil de definir porque cuando haces un cuadro te retratas, o sea, te estás haciendo un auto-retrato. Sabemos qué vamos a empezar pero no sabemos en qué va a terminar. Entonces el tema es realmente las mascaras que usamos los seres humanos, somos siempre con mascaras; tenemos un montón de mascaras y nos ponemos la máscara que vamos necesitando. Entonces a lo mejor mis cuadros tienen una máscara que veo en ese momento en que necesitaba para expresarme.

M: ¿Qué opinas de la pintura didáctica? ¿Tú tienes un mensaje qué transmitir? Y si es así ¿cuál es tu mensaje?

AO: Yo no sé si se haya, no sé si sea un mensaje que transmitir pero lo que sí, por ejemplo, en este momento que el arte está en una disyuntiva entre un expresionismo abstracto y el de señalar lo que está ocurriendo, enunciar; el artista se supone que tiene la capacidad y la libertad que se otorga él mismo para denunciar lo que está pasando. Hace cincuenta años, cien años que la pintura se ha colocado siempre como para enseñanza ¿no? Diego Ribera o Juan O´Gorman, que son muralistas, con la intención de enseñarnos algo. Pero vemos que no son los famosos que el famoso es el que pinto abstracto y que esta por la pintura europea cono Tamayo o como Carlos Mérida. Entonces yo creo que en este momento tenemos la opción, siempre tenemos la opción, de hacer algo para satisfacernos a nosotros, a nuestro ego tal vez, a nuestras fantasías, nuestros sueños; o hacer algo que denuncie lo que está pasando, así hagas poesía, hagas música. Siempre habrá la oportunidad de denunciar, de criticar y de proponer. Porque yo creo que ahí está el punto, cuando tú consideres que algo está mal tienes que tener una propuesta, es decir: están ocurriendo estas pendejadas, bueno, pues ¿qué propones para algún cambio? Debe de haber propuestas pero sociales. Siempre hubo en el arte mexicano revolucionarios, siempre hubo ese onda. Las broncas que se dieron entre Diego Ribera y Siqueiros, por ejemplo, Orozco o el Dr. Atl, que unos pues proponían un arte donde denuncian, un arte donde hay que denunciar la injusticia, ahí que denunciar las chingaderas que hacen en el gobierno o las chingaderas que hacen ahorita, por ejemplo, el narcotráfico, que está haciendo la delincuencia organizada. Esto puedes señalarlo o no, es una cosa opcional.

M: Esto que nos comentas, Alberto, no indicaría que el arte tiene que ser un vehículo de denuncia social; y si es o no es así, en tu concepción muy personal ¿cuál sería tu definición del arte y para qué debe de servir?

AO: Bueno el arte como una manifestación más de la expresión humana debe servir para liberar al que lo está haciendo. O sea, el primero que se debe de liberar es el que está pintando. Hay muchas cosas que necesitamos liberarnos, de los miedos internos, de los sueños frustrados, de las dependencias. Yo pienso que el arte debe ser revolucionario en sí, intrínsecamente es revolucionario y la revolución se inició en la época de las cavernas. Arte que se estanca, arte que es demasiado dogmático en su percepción de la vida, de la realidad y pues fracasa. Tenemos el caso del realismo socialista de la Unión Soviética o del arte que están haciendo ahorita los musulmanes ¿no?, que es un arte muy fundamentalista, muy ortodoxo, una percepción demasiado dogmática de la realidad. Yo creo que el artista debe de ser una persona… no tan rígido, es decir, blandito. Su percepción de las cosas, lo que puede ser. Y aceptar que lo que ayer decía pues sí, lo decía ayer, pero ya hoy es otra cosa porque cada instante es nuevo, cada segundo es nuevo. Una vez me encontré a Toño López Vega y le digo: “¿qué onda? ¿qué hay de nuevo? Me dijo: “todo”. ¿Qué hay de nuevo hoy?: “¡Todo es nuevo cabrón!” Los segundos, yo soy nuevo, todo es nuevo. Me pareció muy acertada esa expresión, y si esa expresión la llevas a tu trabajo es que está hablando de ti, hablando de tu manera de percibir.

M: Esta pregunta, Alberto, está estrechamente relacionada con eso que estamos hablando. En este siglo, socialmente hablando, ¿para qué necesitamos el arte?

AO: Bueno, en este momento, por ejemplo, la pintura frente a las computadoras y la pintura frente a la fotografía. El arte yo creo que va a servir para expresar emociones, para transmitir emociones. Mira, hay gentes muy buenas, técnicamente muy buenas que hacen las cosas muy lindas, entre comillas, pero ahí se queda. No transmiten cosas, es una manera de transmitir tu libertad, es una manera de expresar tu libertad, salir de tus propias cárceles ¿no? Nosotros construimos, yo creo que nosotros en la cotidianidad estamos construyendo nuestras propias prisiones, estamos todos los días con un pinche cincel haciendo nuestra prisión. Entonces el arte viene siendo como una manera en donde seas absolutamente libre, que estés en una especie de paraíso de la libertad y ahí tú expreses lo que quieras. El arte va a seguir existiendo aun con la crisis, aun con la necesidad de los cambios que se requieren. Porque si se aplica el mismo modelo otros mil años, el mismo modelo que existe hasta ahorita, ese modelo de la depredación de la naturaleza y de la depredación del hombre; el hombre se extingue, se acaban la nave, se acaban los recursos del planeta y el hombre se extingue, se acaba el proyecto humano. Entonces los cambios tienen que ser hacia la izquierda. Es decir, no deben de ser hacia la derecha porque hacia la derecha nos conduce a una nueva etapa de oscuridad, a otros mil años de oscurantismo y quién sabe a otros cuantos años más de estancamiento espiritual, estancamiento cultural y en todos los sentidos. Yo creo que en este momento estamos en una etapa como de un nuevo renacimiento, aunque sea un pleonasmo ¿no? Cuando salieron las cámaras de fotografías dijeron que el arte había muerto. Pues no, frente a eso surgían los impresionistas. Entonces ahorita frente a las computadoras, tiene que surgir algo que sea muy humano. La computadora es una máquina, y lo que el ser humano hace es otra cosa, poesía, teatro, cine, etc.

M: Si la formula que hemos estado usando durante este milenio de obscurantismo, como tú le llamas, no nos funciona ¿tú qué propones?

AO: Pues mira, yo creo que todo principio es la libertad. Es decir, la libertad significa primero la libertad interior, hacia tu persona, un hombre que está esperando morirse para ser, para conquistar la felicidad no es un hombre libre; o un hombre que tiene mucho miedo frente a lo que está ocurriendo, frente a la naturaleza, tampoco es libre. La libertad tiene que ver con el estado emocional y una libertad concreta real. Que hayas satisfecho tus necesidades básicas. Un hombre que no ha satisfecho sus necesidades básicas, no podemos estar hablando de un hombre libre. Entonces frente a este momento yo creo que es la libertad, hay que conquistarla, la libertad igual que la felicidad, igual que el amor, tienes que conquistarlo, no existe per ce, de por sí, tienes que, día a día, construir la felicidad, día a día construir la libertad. Yo creo que es por ahí. En este momento que se está dando, el capitalismo llegó a su máximo esplendor, a su máximo desarrollo y ya agotó todas las posibilidades de explotación del ser humano; ya no hay de otra más que regresar al modelo esclavista y no es por ahí. Es decir, la sociedad no se puede convertir en una sociedad esclavista. Esos son modelos económicos trasnochados, ya caducos, ahorita es la liberación. Yo creo que es la libertad y pues es un proceso. El hombre para descubrir la agricultura ocupó millones de años, entonces ahora para liberarse el hombre quizá ocupe miles de años. Estamos en ese proceso. Hay que darnos cuenta qué somos. El ser humano se está construyendo. No somos seres humanos acabados, todos los días nos construimos, nos mejoramos o nos empeoramos todo depende lo que tú elijas. Entonces yo siento que el arte tiene que ser para liberar al hombre y si, por ejemplo, haces opera, debe ser para liberar al hombre, no para someterlo a nuevas formas de esclavitud, a nuevas formas de explotación; para que sea libre, libre de prejuicios, libre de falsas morales, libre de demonios. Una de las cosas que más jode al ser humano son los pinches demonios, los demonios del miedo, del terror. El gobierno le está apostando a que la gente sienta terror, a que la gente sienta miedo, para que entonces pidamos que nos apoyen. Queremos un gobierno fuerte que permita acabar con la delincuencia y el miedo, la realidad es que no, se ocupa la democracia. La democracia no la hemos conquistado, cabrón. Se necesita conquistar la democracia pero no podemos hablar de democracia en un país de miserables. La pinche democracia en México no ha funcionado.

M: Cierto, por lo menos no esta democracia que nos venden.

AO: Bueno, es una democracia exitosa porque permite… por ejemplo, fíjate, cuando hablamos de Hugo Chávez (es un hombre que ha ganado seis selecciones) es un hombre que tiene el apoyo del sesenta por ciento de su población y la prensa lo sigue llamando tirano. ¿Por qué?, porque así son, el lenguaje está deformado, la prensa llama a las cosas por otro nombre, cabrón. Es como son, se deforma todo y entonces es un tirano. Chistoso ¿no?, es un tirano que tiene el apoyo de su pueblo. Otro tirano chistoso es Fidel Castro. Fidel Castro es el hombre que más ataques a tenido contra su vida, que a puesto en más riesgo su vida; y ahí está porque tiene el apoyo de su pueblo. La única manera de cambiar las cosas es con el pueblo, el pueblo va a cambiar las cosas cuando el pueblo esté harto de estos cabrones que se han apoderado del poder solamente para favorecer a unos cuantos. El pueblo es el único que puede acabar con eso, ni un artista, ni un revolucionario, ni un líder, no, no. Las revoluciones las hace el pueblo.

M: La suma de todos nosotros.

AO: Bueno, el concepto de pueblo tiene dos sentidos, uno el concepto político donde Calderón es pueblo y yo soy pueblo. Pero realmente Calderón no es pueblo. Calderón tiene el apoyo de los militares y mediante un fraude él se apodero, se robó la presidencia de la república y entonces él no es pueblo porque además su política neoliberal ha seguido el modelo que se inició en el 82. ¿Qué chistosa la democracia, no?, que tiene a un país bien rico en extrema pobreza, de rodillas, cabrón, y cada día más. La opción no es por ahí, la opción no es seguir sometiendo al hombre, que el hombre siga siendo el lobo del hombre. El hombre debe de ser las filosofías y los conceptos y los valores y todo lo que debe exponerse al servicio del hombre, no de un grupo social, no de una clase social, al servicio del hombre. Hay cosas muy concretas como la educación, la salud, el trabajo, eso.

M: ¿Quiénes son tus pintores favoritos?

AO: Ah, pues son muchos. Pero vamos a decir que en la primera etapa, cuando yo estaba chavo, mi pintor favorito era el Dr. Atl. Sentía mucha emoción cuando lo veía y me gustaba mucho. Ya después me fui dando cuenta que estábamos llenos de buenos pintores, en Jalisco. Después yo creo que Orozco Romero. Para mi es otro que me ha influido. Orozco ha influido desde a Colunga hasta El Chivo (Xilotl). Ahorita uno de mis pintores favoritos es El Chivo, Isidro Xilonzochil. Y pues hay muchísimos: Tamayo, Francisco Toledo.

M: Hacia donde te diriges, Alberto, con este ejercicio.

AO: Sabe. A veces pienso que no tenemos rumbo, que no debiéramos de tener rumbo sino simplemente tendríamos que ser, no tanto espiritualmente, porque yo así siento la vida. Cuando estaba joven pensaba que la vida tenía sentido, ahora me encuentro que no, que el sentido de la vida es el disfrute de la vida, el gozo, el estar viviendo todos los días bien chido y construyendo tu vida todos los días, hagas poesía, música o lo que hagas, es vivir el momento.

M: Disfrutas cuando estás pintando.

A: Sí, mucho.

M: A pesar de que has tenido, Alberto, un roce muy cercano con los pintores de Jalisco, sobre todo de tu generación, ¿cómo es que no te hemos visto en exposiciones?

AO: Mira, me dan mucha güeva las exposiciones. Porque yo siento… a veces, como soy muy anarquista, a veces siento que nomás les engordamos el caldo a los pinches políticos, que ellos a un costo mínimo hacen como que promueven la cultura. He estado, en los últimos tres años, he vendido algunos cuadros en Estados Unidos, tengo una invitación en el museo Alameda que está en san Antonio (Texas), para una exposición, pero por una cosa o por otra no he finiquitado, no me he puesto a trabajar. La realidad es que necesito más disciplina, más estar en el asunto.

M: Bueno, Alberto, desafortunadamente el tiempo se nos ha ido de las manos. ¿Será que veamos tu obra próximamente, en algún espacio?

AO: He expuesto en Guadalajara, aquí en algunas exposiciones en Jocotepec y en Ajijic, pero realmente en ese sentido soy un poco tímido. Yo he vendido cuadros sin firmar, me han mandado dinero para que fuera a firmarlo a Estados Unidos, porque se me había olvidado firmarlo. Espero seguir trabajando y hacer una exposición aquí localmente.

M: Bueno, agradecerte la oportunidad.

AO. No, gracias a ti. Es bueno saber cómo pensamos.








LUIS


Tengo miedo, lo llevo adentro desde el día en que Luís se ahogó en la laguna. En ese entonces teníamos siete años de edad; hoy yo paso los cuarenta.

Andábamos juntos de un lado a otro; estábamos en la misma escuela, en el mismo salón, vivíamos por la misma cuadra. Ignoro cuándo nos conocimos, a lo que recuerdo siempre estuvo ahí.

No era raro vernos bajar al lago por las tardes. Nos gustaba que el viento proveniente de sus entrañas nos ondulara la ropa, haciéndonos sentir capaces de volar aún más allá de los cerros que lo abrazan. Al llegar el inicio del ocaso, perdíamos la vista observando la canoas tripuladas por pescadores alejarse de la orilla al ritmo de un compás inacabado.

Pescar nos deslumbraba, estábamos seguros que en ello se encontraba la felicidad, pues los hombres de tarraya al retorno de su travesía e independientemente del botín obtenido, tenían impresa una sonrisa en el rostro.

El inicio del fatídico suceso ocurrió cuando en una de esas visitas al lago encontramos por el camino un carrete de hilo de cáñamo verde turquesa, cuya textura se prolongaba largamente hasta transformarse en un gancho de metal platinado.

Ansiosos por nuestro descubrimiento lo tomamos del piso y corrimos hasta el margen del espejo líquido. Desesperados cogimos un gusano que temerariamente pasaba al lado de nuestros pies, lo ensartamos en el anzuelo con la intensión de capturar una carpa.
Alguna vez escuché que lo que tiene qua suceder sucede, que aunque se trate de evadirlo no hay camino ni fin distinto al que se tenía establecido con anterioridad; quizás por eso el lago se encontraba tranquilo, sereno, como invitándonos a acercarnos, al igual que el anzuelo lo hacía con los peces.

Pasaron más de dos horas desde que habíamos lanzado la trampa y el resultado continuaba en cero. Poco a poco, los tonos amarillos producto de la agonía del sol desaparecieron a nuestras espaldas, dejándonos atónitos ante la inmensidad del agua.

Los pescadores regresaban de su faena cotidiana, habiendo logrado cada uno de ellos llenar al tope su canoa con peces. Tristemente confundidos Luís y yo nos miramos mutuamente, nosotros no habíamos pescado nada. Un extraño calambre me circuló por la columna vertebral cuando Luís me dijo:

-A lo mejor es que los peces están más adentro, y aquí no vamos atrapar nada. ¿Y si nos metemos en una lancha? ¿Tú crees que podríamos pescar algo? ¡Vamos!

No podía decirle que no, Luís era vengativo, muy probablemente se enojaría conmigo y a pesar de ser amigos, con algo desquitaría mi negativa.

-Sí. Le respondí, con una pierna ya adentro de la canoa.

Tomamos los remos dirigiéndonos hacía zonas de mayor profundidad. Soltamos el anzuelo, no tardamos más de tres minutos en percibir un fuerte tirón en el cáñamo. Jalábamos intensamente, pero el peso de lo que se encontraba sujeto a la carnada nos arrastraba a lo largo de la embarcación. Luís decidido a no perder la presa enredó un tramo del hilo a su cintura, se tambaleaba; nunca tuvo miedo, ni en el momento en que estrepitosamente sus pies abandonaron la canoa para introducirse en el agua, ni en el segundo en que cansado de luchar contra el lirio que lo mantenía sumergido terminó por ahogarse.

El cuerpo de Luís no se encontró. Nadie me culpó por su muerte, es más, decían que era un milagro que yo me hubiera salvado, que yo siguiera aquí, lo que no saben es que Luís nunca se marchó.

Con el paso de los años fui tratando de olvidar dicho episodio, pero Luís permanecía al asecho evitando lo lograra. Cada noche, al encontrarse el lago quieto como un vaso con leche, el aroma inconfundible del agua con el lirio impregnaba mi habitación anunciando su llegada.

El irremediable fenómeno del desarrollo hizo presa de mi anatomía, mis emociones, mi intelecto.

Crecí al punto de dejar de ser aquel que observó cómo Luís moría. Él no comprendió este proceso, insistía en jugar conmigo. De cierta manera le agradezco no me haya dejado solo, porque siendo sincero, el fue el único con disposición a escucharme cuando lo necesitaba.

Fue durante mi ingreso a la Universidad en Guadalajara que descubrí la incapacidad de Luís para viajar conmigo, su presencia se limitaba hasta donde el olor del agua con el lirio se resquebrajaba; por eso regresé a Jocotepec cada fin de semana mientras duraron los estudios, al terminarlos decidí quedarme a vivir aquí.

La situación laboral me favoreció proveyéndome con lo suficiente como para abandonar el hogar paterno. Luís me acompañó, juntos pintamos la casa que adquirí, juntos decidimos los muebles que compré.

Todo parecía marchar por buen rumbo, pero Luís cambió el día en que conocí a Fernanda. Ella era la criatura más hermosa que jamás había encontrado, me enamoré como antes no lo había hecho, disfrutaba estar a su lado, disfrutaba de sus ojos, de sus manos, de su voz. Terminé por pedirle nos casáramos, a lo que alegremente accedió.

Cuando Fernanda llegó a vivir a la casa se le perdían las cosas, le apagaban los focos, le abrían los grifos del baño. Yo sabía que Luís era el responsable, lo regañé, por un tiempo se calmó, creo se sintió ofendido.

A Fernanda no le conté sobre Luís por temor a que se alejara de mí pensando que estaba loco, además no pasaron más de seis meses cuando felizmente me comunicó sobre el embarazo, y en ese estado tal noticia podría resultar catastrófica. Me encontraba flotando sobre la superficie ríspida que suele ser la cotidianidad, volqué mis atenciones hacia Fernanda, Luís me reclamó el abandono, no le hice caso.

Al arribar el plazo natural nació un hermoso niño al que llamamos Ariel, el corazón se me hincho de alegría, la vida era buena. Con la llegada de Ariel me olvidé por completo de Luís, creí que él también se había olvidado de mí, me equivoqué.

Justo un año después del nacimiento de nuestro hijo, Fernanda en su camioneta salió con él con destino Ajijic, para pagar la cuenta del teléfono en las oficinas de la compañía que nos proveía el servicio, pues el recibo de ese mes no llegó al buzón de la casa.

De regreso, antes de llegar a la Piedra Barrenada, la camioneta de Fernanda se quedó sin frenos, ella no se percató hasta que un trailer que venía en dirección opuesta por su mismo carril la obligó a frenar estrepitosamente para evitar el choque. Al sentir que los frenos no le respondían Fernanda viró el volante del vehículo a la izquierda tratando de esquivarle, pero la parte delantera del trailer hizo contacto con la camioneta haciéndola girar serpentinamente por los aires cayendo de lleno en la laguna.

El acta de defunción de Ariel y Fernanda dice que murieron ahogados. Los cuerpos fueron recuperados fácilmente a pesar de las grandes cantidades de lirio, debido a que el agua del lago se encontraba tranquila. Devastado, después del funeral regresé a mi casa, Luís estaba esperándome en la puerta de la entrada.

–¿Ahora sí vamos a poder jugar? Me preguntó mientras sonreía.

Tras escucharlo la sangre de mis venas migró hacía mi garganta, quise matarlo, no podía, el muy maldito...

El dolor era tanto que decidí irme de Jocotepec con la intención de nunca retornar. Han pasado algunos años desde esa fecha, hoy he tenido que volver. Del cementerio me avisaron que encontraron fuera de sus tumbas los huesos de Fernanda y de mi hijo. Los encargados piensan que algunos vándalos lo hicieron, yo en cambio sé quién fue.
Tengo miedo, mucho miedo, cuando venía del aeropuerto me percaté que el agua del lago estaba tranquila, el ambiente está impregnado a lirio.

¿Quién anda ahí?

¡Luis! …

¿Eres tú?

Raúl Contreras Álvarez

-Entretenimiento

Jugué con mis muñecas:
remedos de sombras
complacientes.

Maquillé sus castas.

Aplaudan y sonrían
entes de miradas estériles,
de nalgas mordisqueadas
por el tiempo.
para ustedes,
y para nadie más,
es mi juego.

Confeccioné
la escena degradante,
el desemboque
de lo brutal
se tornó en obra consumista:
bofetadas y aplausos,
puñetes y aplausos,
patadas, caricias,
todo es aplausos.

Comprendan mi juego,
sin él la carcajada
no valdría
lo que vale mi deleite.




-Los degolladores

A pasos tartamudos
donde la carne gira
frente a más carne,
donde los orificios
absorben pensamientos,
donde el anal eructo
se pierde en vibraciones.

Encasillé
a los degolladores
de mi razón torcida.

Fueron
sus saltos,
sus besos,
sus escenas profanadoras
de un yo
vuelto ante mis ojos.

Ahora solo no soy.



-Prealba


Escucha la voz
del canto oscuro:
mañana, mañana.

Garrapata impalpable
exprimiendo
la cordura.

Sofocando
con su delgado disfraz
la paranoia.

Escucha,
oculta en su lírica
el enfrentamiento:
mañana, mañana.



-Alquiler

Ante mis escasos
recursos de alquiler
acurrucaba mis instintos
de indigente
en las calles de mis manos,
pobres ancianas
arrugadas por mis necesidades,
trémulas ante la adicción.

Alquílame
ese ambulante domicilio
inhabitado por mi ansia.

El dinero no es excusa
para mis aberraciones.

Los contados centavos
en tinta y hoja
se aferraron a la cita.

Alquílame
aquel cuartucho
y a cambio cubriré
de gracia tus paredes,
pintaré de blanco
tus enseres.
Y es más, hasta el obsequio
de la vida,
de otra vida te ofreceré.



-Profánate

Pequeña casta,
la abstinencia
quedó pegada
en los calzones
de mi abuela.

Ignorante pellejo,
tu natura
es un bikini
no usado.

¿Acaso no escuchas
el reventado coro
de gemidos?

Profánate pequeña,
se alumna y maestra.
el pecado solo existe
en los creyentes.




-Sadismo

Que sólo seas
huesos y carne,
tripas y sesos.
Un cuerpo más
para mi agenda.

Ráspate la piel,
que sangre
mientras el sadismo
nos invade
a carcajadas.

Desmiémbrame.
desecha estorbos.

En tu museo vaginal
mi historia perdurará
mientras guardes
un pedazo.




-Travestido

Sorteo el dolor
dejado sobre
mi faz:
la peluca rubia
de mi desconsuelo,
la falda negra
de mi ira,
el sostén marchito
de mis dudas,
el calzón gastado
de mi llanto,
los tacones excrementados
de mi odio,
la cartera zurcida
de mi desamor.

Rifo todo
a escaso precio:
los aretes brillantes
de mi suicidio,
el labial rojizo
de mi abandono,
la mirada coqueta
de mi envidia,
la blusa violada
de mi pesimismo.

Ya poseo
el traje ansiado
de lo vital.


Alexis Cuzme (Manta, Ecuador, 1980) periodista, poeta y ensayista. Ha publicado los libros Complot ante el silencio, Club de los premuertos y Bloody city (en poesía). Legión: década pagana (ensayo). Su obra poética consta en algunas antologías impresas y virtuales.
Editor de la revista rock literaria Marfuz. Escribe para medios impresos y virtuales de su país y del extranjero. Mucha de su producción se encuentra en su blog:
http://ciudadhecatombe.blogspot.com/
Actualmente prepara la publicación de Satanismo: filosofía individualista (ensayo)