02 mayo 2011

Editorial



Hay en la historia de todos los proyectos humanos episodios de lenta transición, de receso o de pausa para reflexionar el porqué y el cómo se están tratando de alcanzar las metas propuestas en el origen. En Meretrices nos estamos adaptando a tiempos bizarros y violentos, en los que suceden cosas extrañas. Hay hombres matando a hombres en las calles, adolescentes con armas tirando a matar a adolescentes de barrios contrarios, mujeres participando en secuestros donde las victimas sufren todo tipo de vejaciones, políticos mintiendo más de la cuenta, glaciares deshidratándose y pájaros muertos en algunas plazas públicas del mundo. El panorama es gris y desalentador. Hace poco un buen amigo me contó que están por desaparecer las materias de humanidades del nivel medio de educación: literatura, por ejemplo, en algunos planteles ya no se imparte.



Nosotros seguimos creyendo que la conciencia y la creación humanas son indispensables para el tiempo que se acerca. Tenemos fe, y es una fe polémica, como debe ser toda fe que se digne de serlo, de que debemos cambiar nuestra noción del enemigo. Dejar de atacarnos unos a otros y usar esa energía para unirnos e intentar construir un país donde quepamos todos, donde nadie tenga que ser sacrificado como en tiempos remotos, donde la injusticia no sea y las condiciones para vivir nos procuren la dignidad y la quietud que el humano necesita para resolver problemas de orden superior. En realidad, a pesar de lo utópico que esto suena no es imposible, podríamos hacerlo si nos pusiéramos todos de acuerdo, somos más, muchos más y el resulto es cada vez más inevitable.



Seguiremos colgados del arte y de la cultura en la lección cotidiana. Son nuestras herramientas y nuestras armas de pacificación. Lo hemos dicho y lo sostendremos. A ti te agradecemos apoyarnos y creer en este que se convierte ya en animal mitológico y producto de la fantasía o del olvido.



En esta edición de la revista nos honramos al contar con una de las leyendas populares del rock en español: Agustín Villa “El Cala”, vocalista de la conocida banda Rostros Ocultos que cumple poco más de 25 años de carrera artística. Nos compartió opiniones que consideramos valiosas. También nos acompañan, como siempre, los mejores colaboradores: con trayectoria o sin ella, regionales o internacionales, artistas u observadores, la voz, la voz del arte en el ejercicio de la verdad es lo que hace latir nuestro corazón de papel.



Aquí estamos para ti, lector, y aunque tardó un poco en aparecer esta edición tenemos la certeza de que únicamente fue por esa pausa necesaria que nos deja hoy frente a ti con la misma fuerza con la que iniciamos. Nos seguimos leyendo.



El Editor.
Mario Z Puglisi

2 comentarios:

Mariachis Bogotá dijo...

Me parece muy interesante este blog ya que puedo obtener mayor conocimiento.

Mariachis Bogotá dijo...

La información es útil para el usuario, sigan publicando.