Emil Sinclair se enamora
Tú sabes, que te busco entre imágenes
De ángeles y soles
Y tú sabes, que al final encontraré la caja
Donde escondes el ave heráldica incendiada
Llena de miradas de recuerdos de grabados
De virutas que dañan mis ojos.
(Tus lágrimas se enfrascan en un discurso inservible)
Y eres eco Seguimos siendo el eco
Sólo soy eco
Una moneda falsa que cae al piso
Abraxas la sigue y cae al piso
Refleja la miseria en el atardecer cuando camino
Entre las nubes entre las calles
Pensando, en el frío de la muerte
Que habré de sentir en las palabras
el día que me odies tanto que te acuestes conmigo
Y me destruyas con tu sexo de azucena
Después destaparemos una botella
De vino tiempo polvoso de las santas baldosas
y caminaremos por la plaza riendo de los tuertos y los cojos
Maldecidos
Quizás enfermos de alegría
Como náufragos dos enloquecidos abandonados a su suerte.
Nos sentaremos a la mesa
Nos atenderá una camarera
con humor de mil demonios
(sus zapatos rojos y bajitos).
Y yo la amaré… por sus manos de niña
Por el bucle caprichoso de su voz
Tu sólo voltearas a ver la calle
Y sabremos que estás sola y que muero
El fantasma que tanto temimos sólo existe cuando recuerdas…
Imaginemos que vagamos por el parque
Después de dar fin a todos los vinos
De todas nuestras mesas
Supongamos también que tú traes falda y que no llevas pantimedias
el aire acaricia tu necedad de no querer la serenidad de tu figura (enloqueces)
Yo boto todo a la cara del río que se arrastra
que nos lleva reflejados en imágenes radiantes de tristeza
Ahogados en los naranjas de la tarde
Que nos mezcla nos diluye y somos
Una mancha fugaz que se confunde que se desea
-Vamos a la casa- dice tu voz diáfana
Comemos de tu mano, yo y mi lujuria.
II.-
Imágenes que se congelan en mi mente
Son estas fotos de lujuria
En las que reconozco la mano del aire
Del tiempo relativo Que marchita los ocasos
En esas fotos de lujuria veo las estrellas que eclosionan
Creando un clímax en tu universo lleno de agua
La arena se desliza y descubre tu rostro (mi mano en tu barbilla)
Mientras penetro tus fronteras
Que son y siempre serán
Rostro del sol que me incinera
Qué vanas son estas letras fotos de lujuria
Qué traicionadas son las manos que acarician
que olvidan que rasguñan que masturban
y que dejan temblorosas las persianas
Cuando apagas la luz y sales al abismo de la noche
Que dejas en mí adentro.
René Morimoto
No hay comentarios:
Publicar un comentario