07 diciembre 2011

Emil Sinclair se enamora


Tú sabes, que te busco entre imágenes

De ángeles y soles

Y tú sabes, que al final encontraré la caja

Donde escondes el ave heráldica incendiada

Llena de miradas de recuerdos de grabados

De virutas que dañan mis ojos.

(Tus lágrimas se enfrascan en un discurso inservible)

Y eres eco Seguimos siendo el eco

Sólo soy eco

Una moneda falsa que cae al piso

Abraxas la sigue y cae al piso

Refleja la miseria en el atardecer cuando camino

Entre las nubes entre las calles

Pensando, en el frío de la muerte

Que habré de sentir en las palabras

el día que me odies tanto que te acuestes conmigo

Y me destruyas con tu sexo de azucena

Después destaparemos una botella

De vino tiempo polvoso de las santas baldosas

y caminaremos por la plaza riendo de los tuertos y los cojos

Maldecidos

Quizás enfermos de alegría

Como náufragos dos enloquecidos abandonados a su suerte.

Nos sentaremos a la mesa

Nos atenderá una camarera

con humor de mil demonios

(sus zapatos rojos y bajitos).

Y yo la amaré… por sus manos de niña

Por el bucle caprichoso de su voz

Tu sólo voltearas a ver la calle

Y sabremos que estás sola y que muero

El fantasma que tanto temimos sólo existe cuando recuerdas…

Imaginemos que vagamos por el parque

Después de dar fin a todos los vinos

De todas nuestras mesas

Supongamos también que tú traes falda y que no llevas pantimedias

el aire acaricia tu necedad de no querer la serenidad de tu figura (enloqueces)

Yo boto todo a la cara del río que se arrastra

que nos lleva reflejados en imágenes radiantes de tristeza

Ahogados en los naranjas de la tarde

Que nos mezcla nos diluye y somos

Una mancha fugaz que se confunde que se desea

-Vamos a la casa- dice tu voz diáfana

Comemos de tu mano, yo y mi lujuria.

II.-

Imágenes que se congelan en mi mente

Son estas fotos de lujuria

En las que reconozco la mano del aire

Del tiempo relativo Que marchita los ocasos

En esas fotos de lujuria veo las estrellas que eclosionan

Creando un clímax en tu universo lleno de agua

La arena se desliza y descubre tu rostro (mi mano en tu barbilla)

Mientras penetro tus fronteras

Que son y siempre serán

Rostro del sol que me incinera

Qué vanas son estas letras fotos de lujuria

Qué traicionadas son las manos que acarician

que olvidan que rasguñan que masturban

y que dejan temblorosas las persianas

Cuando apagas la luz y sales al abismo de la noche

Que dejas en mí adentro.

René Morimoto




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