13 julio 2008

El Gigante Elemental del Barroquismo



En la poesía, el culteranismo, también llamado gongorismo es para Dámaso Alonso una especie de ejercicio para intelectuales mentes despiertas. Desde luego, gongorismo por Luis de Góngora y Argote es una corriente estética barroca en la que se explotan recursos que sólo los poetas pueden entender y descifrar pero que aun con eso causan mucha satisfacción. Góngora, siempre alegre, rebelde y desenfrenado tenía como única intención poética retar a las escuelas que existieron con y antes de él a través de un uso inteligentísimo de la lengua. Aquí veremos, en esta ocasión de Clásicos, tres poemas que ejemplifican el carácter barroco y laberíntico del lenguaje español.

A SU HIJO DEL MARQUÉS DE AYAMONTE, QUE EXCUSE LA MONTERÍA

Deja el monte, garzón bello, no fíes
Tus años dél, ni nuestras esperanzas;
Que murallas de red, bosques de lanzas
Menosprecian los fieros jabalíes.

En sangre a Adonis, si no fue en rubíes,
Tiñeron mal celosas asechanzas,
Y en urna breve funerales danzas
Coronaron sus huesos de alhelíes.


Deja el monte, garzón; poco el luciente
Venablo en Ida aprovechó al mozuelo
Que estrellas pisa ahora en vez de flores.
Cruel verdugo el espumoso diente,
Torpe ministro fue el ligero vuelo
(No sepas más) de celos y de amores.

AL SERENÍSIMO INFANTE CARDENAL


Purpúreo creced, rayo luciente
Del Sol de las Españas, que en dorado
Ya trono el Tíber os verá sagrado
Leyes dar algún día a su corriente.

De coronas entonces vos la frente,
Vuestro Padre de orbes coronado,
Deba el mundo un redil, deba un cayado
A vuestras llaves, a su espada ardiente.

Creced a fines tan esclarecidos,
Oh vos, a cuyo glorïoso manto
Sombra son eritreos esplendores,


Y en quien debidamente repetidos
De vuestros dos se ven progenitores
El nombre, lo católico, lo santo


A DON FRAY DIEGO DE MARDONES, OBISPO DE CÓRDOBA, DEDICÁNDOLE EL MAESTRO RISCO UN LIBRO DE MÚSICA

Un culto Risco en venas hoy suaves
Concetüosamente se desata,
Cuyo néctar, no ya líquida plata,
Hace canoras aun las piedras graves.

Tú, pues, que el pastoral cayado sabes
Con mano administrar al cielo grata,
De vestir, digno, manto de escarlata,
Y de heredar a Pedro en las dos llaves,


Éste, si numeroso dulce, escucha,
Torrente, que besar desea la playa
De tus ondas, oh mar, siempre serenas.

Si armonïoso leño silva mucha
Atraer pudo, vocal Risco atraya un
Mar, dones hoy todo a sus arenas.

Javier Manuel Urrieta

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