13 junio 2008

MALDICIÓN POR LA MUERTE DE EL POETA DE LA NEGRITUD AIMÉ CESAIRÉ



A medida que toda cosa moría
¡Yo me he, me he ensanchado-como el mundo-
y mi conciencia ya es más ancha que el mar!
Ültimo sol.
Estallo. Soy el fuego, soy el mar.
El mundo se deshace. Mas yo soy el mundo
El final, el final decíamos.
A.C.

¡Ha muerto Cesairé!
---El hombre, el negro, el comunista, el sabio, el guerrero del espíritu, el coloso del arte, el padre. Su nombre marca con fuego la frente de la historia del desastroso siglo XX. Sin este gran poeta no podríamos explicarnos a líderes como Luther King, Malcom X, Eldridge Cleaver, o Angela Davis; a músicos como el profeta Bob Marley, a San Hendrix, al mismísimo James Brown, a Mingus, o a Davis; o a escritores como Bretón, Kerouack, Sartre, Vian, Baldwin..., en fin, todos ellos, ya que él fue uno de los primeros en reivindicar divinamente la preciosa belleza de ser negro.
---Nacido en la pequeña isla de Martinica, en las Antillas, el año de 1913, Aimé Cesairé lucharía toda su vida contra el colonialismo, político, económico, e ideológico, develando con gran lucidez los turbios mecanismos de alienación que el colonizador siempre usa a su favor, a la vez que es igualmente bestializado por su conducta destructiva y codiciosa. Explicó ampliamente las características psicológicas de el racista-este al sentirse inferior en su fuero interno (precisamente a causa de su enorme enajenación) debe, tiene que discriminar al otro, al "diferente", tomando como pretexto algo tan banal como el color de la piel, la forma de la cara o el cabello, para así volverse "superior" a sus propios ojos ignorantes.
---Su pensamiento es de una luminosidad aterradora para cualquier imperio, en cualquier época:
---Ya que el colonizador se acostumbra a ver en el otro a la bestia, y a tratarla como tal, tiende objetivamente a transformarse en bestia él mismo.
---Se sabe que Aimé tomó plena conciencia existencial de su negritud en París —una ciudad que por aquel entonces palpitaba, bullendo jazz y estéticas africanas en los textos de autores como Cendrás o Apollinaire; y en la pintura de Picasso, y todos los cubistas— en el año de 1935, que es la fecha cuando destruye incendiando todo lo que hasta entonces había escrito; con esa misma flama haría estallar la mente de muchísimos jóvenes artistas del mundo entero, con la revolución cultural iniciada principalmente por él: la Negritud.
---El concepto de negritud para Aimé Cesairé no es otra cosa que un profundo humanismo, "una fraternidad con todos los hombres". El reconocimiento con el que sufre, con el ser de carne y hueso, explotado y humillado por un sistema injusto, esa enorme solidaridad con el que lucha junto a nosotros hombro con hombro; conceptos que se adelantarían casi tres décadas a la visión de El Che Guevara. Y aquí quiero apuntar que aunque no tengo el dato preciso, estoy seguro de que el Che conocía la obra de este poeta, siendo también influido por él.
---En sus discursos Ernesto Guevara gustaba de repetir una frase de José Martí:
---Todo hombre verdadero debe sentir en la mejilla el golpe dado a cualquier mejilla de hombre.
---Aimé Cesairé por su parte escribió.
---No hay en el mundo un pobre tipo linchado, un pobre hombre torturado en quien yo no sea asesinado y humillado.
---Seguramente —vía los vasos comunicantes de las Antillas— la hermandad del pensamiento martiano se universaliza.
---Además de todo esto, tenemos su enorme poesía.
---La poesía de Cesairé es volcánica, mineral, maternal, contingente y expansiva, donde cabe todo el universo, desde las raíces africanas, al vanguardismo surrealista y expresionista, un canto ancestral, un ritmo primigenio y en ebullición constante, una cosmogonía deslumbrante en imaginación y sensualidad; su poesía es magia tradicional, negrísima brujería que hipnotiza al lector-receptor hasta el brutal estiramiento de su psique:

-
por el cielo desquiciado
por las estrellas estalladas
por el silencio tutelar
de muy lejos, del ultrayó vengo hacia ti
mujer surgida de la albura
de ojos como heridas mal cerradas
sobre el pudor de haber nacido.
-
¡Ha muerto Cesairé! ¡La prueba viviente de que la poesía en verdad puede cambiar al mundo y al hombre! Y yo me lamento, de verdad lo amaba, y junto con él maldigo:
¡Dios mío!
duramente escupo a la cara de los que hambrean a otros, a la cara de los
ofensores
a la cara de los parásitos y de los destripadores.

Y por él, hoy muerto, prometo públicamente nunca dejar de luchar hasta mi último aliento contra los opresores de mi pueblo.
Ha muerto uno de los más grandes, el de la dignidad enardecida. Damas y caballeros, no pido silencio, todo lo contrario, demando, exijo alaridos.

Nazario Soto

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