23 septiembre 2008

Editorial

Dice un viejo adagio de judíos: “No importa si eres barrendero, comerciante o banquero; lo que realmente importa es que seas el mejor de ellos”. Nada más cierto y fundamentado en una ley muy sencilla. Lo que sea que hagas tienes que hacerlo no sólo bien, sino buscando la excelencia. Cliché; pero real.

Conocemos muy buenos barrenderos, algunos de los cuales bien pudieran ser los mejores de entre el gremio. Sin embargo, hay que tener en claro que nadie nace dominando a la perfección un tema o una materia. Decía Werner Heisenberg: “Para mucha gente, un experto es alguien que sabe mucho acerca de su tema específico. Pero a esto yo objetaría que nadie puede saber mucho acerca de ningún tema. Yo preferiría dar la siguiente definición: un experto es alguien que conoce cuáles son los peores errores que pueden cometerse en el tema de su especialidad, y que sabe cómo evitarlos”. Partiendo de esta idea, la excelencia sería el resultado de un trabajo donde se evitan todos los errores antes cometidos. Desde luego esto se puede lograr, sólo hay un pequeño requisito: empezar desde cero e ir creciendo poco a poco, sin grandes saltos ni atajos y teniendo la precaución de cometer los suficientes errores que nos permitan perfeccionar la técnica.

De esto sí nos sentimos orgullosos. A poco de cumplir dos años de vida, hemos dado pocos y pequeños pasos pero muy seguros. El crecimiento ha sido lento, pero es un crecimiento que no conoce el retroceso, que nos hace sentir que llevamos la dirección correcta y produce una sensación de confianza en el trabajo realizado y por realizar.
Hoy tenemos el gusto de participarte, apreciado lector, que Meretrices ha extendido la marca geográfica de sus fronteras y ahora se distribuye de manera constante y oficial en el municipio de Ocotlán, Jalisco. El propósito inicial de hermanar la actividad cultural y artística de nuestros municipios ahora se encuentra más nutrido. Es un paso pequeño pero que nos llena de júbilo. Ahora podremos saber de manera más vigente lo que sucede en Ocotlán en materia cultural, así como allá podrán tener luz de lo que se realiza en este fragmento de la ribera de Chapala. Estaremos enterados, hermanados, participando por un bien común: el fomento a la cultura y las bellas artes.

Ningún esfuerzo es pequeño cuando se trata de alcanzar los objetivos auto-impuestos. Desde luego reconocemos que este paso se debe al apoyo que nos han brindado y la creencia ciega que algunos tuvieron y aún tienen por este proyecto que empezó en un esbozo y que ahora se encuentra en la plena etapa del crecimiento.
No sabemos hacia dónde vamos; sabemos lo que hacemos y con qué motivos y eso es suficiente. Por ahora queremos contagiarlos del gusto de esta nueva etapa de Meretrices y aprovechamos para extenderles a todos la invitación a participar de ella.
Les damos la bienvenida a nuestros hermanos de Ocotlán y agradecemos la manera en que nos han abierto las puertas.

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