28 octubre 2008

LECHE BLANCA & PAN CALIENTE

Un día se tomó de la mano consigo misma, caminó descalza, se hizo un crucifijo de conchas de la laguna y se limitó a madurar. No masticó por mucho tiempo esas alucinaciones que se le venían a visitar, porque de cuando en cuando se transfiguran al dejarse arribar, ese día se vio al espejo y se sonrojó al solo pensarse, entonces fue construyendo por pequeñas partes, la siguiente historia:
---Soy una niña de 37 años, día a día me levanto, me sacudo y camino sin saber a dónde. Esta mañana creo que me sentí un poco descansada y decidí convertir apáticos pasos a un punto definitivo. Me concentré lo suficiente para recordar mi nombre, mi calle y mi objetivo del día, y es que tengo pérdida de memoria temporal, me pregunto constantemente la misma duda a cada rato para retener un preciso capricho y esta ves “necesito un pan caliente y un vaso de leche tibia” con una que fue mi nana cuando tenía 6 años. A ella sí la recuerdo, los juegos, las risas, las largas caminatas a la plaza, el helado y la compaginación de confianza.
---Hoy, como a diario, afuera codician distracciones de sobre ponientes colores, números, letras, saludos, gritos, bellas y horribles canciones. Eso es afuera, así que decidí cargar con mi desgastada libreta de espirales. A lo mejor ya son varias las semanas que lo he intentado, pero a veces me quedo viendo pájaros, viendo gente, viendo carros esperando el camión, esperando no sé qué, enojándome conmigo misma por no poder saber qué o cuál es mi intención. Otras veces me encuentro riendo sin sentido y muchas otras en el mercado, que sin entenderlo es mi terreno favorito, en especial por la señora del pan, la que fue mi niñera y me pregunta: –¿A dónde va m´ hija? No se valla mi Chivis, mire, aquí le tengo su vasito de leche tibia y su concha. Lo tengo escrito en mi libreta más de cinco veces; eso sí lo tengo en mi cabeza siempre, el pan… la leche… Disfruto cuando me regocijo con la ofrenda, gozando cada mordida y deleitando cada trago, allí sentadita en la orilla de la banqueta, que por instinto ya lo tengo reservado como mi espacio favorito y sin que me dé cuenta.
---Pues aquí escribí: “8 de marzo 9:00…” Pero me cuesta trabajo pensar a qué día estamos, así que pregunto en la calle. Y cuando me dan razón de la fecha, se me olvida para qué pregunté, se me olvida leer y para qué traigo la libreta, se me olvida ponerme los zapatos, ponerme suéter, ponerme cabal… En fin, creo que es mejor si relajo mi ánimo y me divierto de lo que valla pasando, así no me ando pegando la cabeza o torturándome.
---Hoy 8 de Marzo 8 de Marzo hoy, pan caliente, leche tibia, leche blanca, pan dulce pan lechita lechita, 8 de Marzo, suave pan manejable leche líquida destila, blando pan sumiso, fluye lechita chorrea, flexible se filtra, gotea blanca obediente, pan lindo pan, ya llegué, me lo voy a comer me la voy a tomar, que rico: Pan caliente, leche tibia.
Sigly Wolf
***
LECHE BLANCA & PAN CALIENTE Versión cochina.


Un día se tomó de la mano consigo misma, caminó descalza, se hizo un crucifijo de conchas de la laguna y se limitó a madurar. No masticó por mucho tiempo esas alucinaciones que la venían a visitar, porque de cuando en cuando se transfiguran al dejarse arribar, ese día se vio al espejo y se sonrojó al solo pensarlo, entonces fue construyendo por pequeñas partes esta historia:
---Era una niña de 37 años, día a día se levanta, se sacude y camina sin saber a dónde. Esa mañana se sintió un poco descansada y decidió convertir huellas sin codicia a un punto definitivo. Se concentró lo suficiente para recordar su objetivo, y es que con pérdida de memoria temporal, se pregunta constantemente la misma duda para retener un preciso capricho y esa ves “necesita un pan caliente y un vaso de leche tibia”. Sale de su casa, indecisa, frente a ella, el poste de luz, donde siempre, camina dos casas, la amarilla, la blanca, da dos pasos atrás, se detiene a pensar, repasa con lo ojos las moradas. Dice: la amarilla… La blanca... ¿Otra blanca? La acaban de pintar, ok, se recarga tres segundos y sigue circulando. A diario codician distracciones de sobreponientes colores, números, letras, saludos, gritos, bellas y horribles canciones. ---Llevó consigo su desgastada libreta de espirales, que algunas veces resultaba como respaldo a su pérdida memoria. Se queda viendo pájaros, viendo gente, viendo carros esperando el camión, esperando consuelo, enojándose por no poder saber qué o cuál es su quehacer, sigue caminando.
---Allí está parado Don Rosendo, el tornero del pueblo que casi nunca tiene trabajo, afuera de su changarro. De lejos ve que allí viene vacilante y dudosa la Chivis, hace una seña a los que están adentro de visita y tomando caguamas. Allí viene… y viene solita, ahorita van a ver cómo se pone la fiesta, de nada se acuerda la canija, de nada se acuerda... Así pasó ella, despeinadamente incierta. –Esa mi Chivis, le tengo leche tibia pa´ su conchita, ándele, pásele, no sea ranchera–. Así la hace pasar, volteando Don Rosendo de un lado a otro de la calle para estar seguro de que nadie vio, y aventándola adentro. Cierra la cortina.
---La pasa al otro cuartito, no estaba asustada, no estaba calmada, sólo estaba confusa y con iluso loco apetito de pan con leche.
---Al día siguiente no se levanta no suelta su libreta no mantiene la calma... Pero no recuerda nada, la hojea y comienza a leer lo que había escrito ayer:
---Hoy 8 de Marzo 8 de Marzo hoy, pan caliente, leche tibia, leche blanca, pan dulce pan lechita lechita, 8 de Marzo, suave pan manejable leche líquida destila, blando pan sumiso, fluye lechita chorrea, flexible se filtra, gotea blanca obediente, pan lindo pan, ya llegué, me lo voy a comer me la voy a tomar, que rico: Pan caliente, leche tibia.
Sigly Wolf

No hay comentarios: