28 diciembre 2008

Editorial

Llegamos al umbral del año 2009 y lo hacemos con la gravita en el huarache de una crisis económica que para muchos no tiene precedentes. Crisis, en la historia humana, ha sido siempre sinónimo de incertidumbre, de desazón, y sobre todo de impotencia. Crisis que afecta a todos los niveles pero que compromete principalmente a los más débiles, como en nuestro caso dedicado, que es el sector de la cultura, la hija no deseada del presupuesto público.

Sin embargo, se siente menos perder cuando no se ha tenido nada, cuando lo poco o mucho que se guarda en las arcas es producto de un trabajo tan arduo como el de cosechar claveles en medio del desierto. Es decir, es probable que en futuros meses se tenga que trabajar aún más y en jornadas más forzadas, pero cuando se es pintor, escultor, escritor o artista en nuestro México hay que trabajar todas y cada una de las horas del mes, dejando los domingos y las semanas santas disfrazadas de cualquier otro día común; así que tener presente que se intentará más fuerte no hace sino reforzar la convicción de que se ha escogido un oficio que requiere mucho esfuerzo.

En situaciones como esta, es de mucha ayuda la mentalidad, el estar informados y principalmente tomar las cosas en su justa dimensión y con calma de ostra adormilada. Lo digo porque a la semana de la crisis ya estaban los mejores y más cotizados actores de Tehipnotiza diciendo que a los mexicanos la crisis nos haría lo que el viento a Juárez, que unidos todos y tan trabajadores como siempre saldríamos de esta como lo hicimos del terremoto y de la caída del peso ante el dólar. Por supuesto que ellos lo dicen porque su quincena depende de que sigamos reconfortándonos en el mundo irreal y azucarado de las telenovelas.

Pero nos llegó, y nos llegó bien. Sin embargo México no es tonto (aunque a veces la vida ordinaria nos haga creer lo contrario). Y estoy seguro que sabremos medir las cosas con la vara justa y levantar la frente ante los malos ratos que seguro a todos se nos avecinan.

A alguien escuché decir que las más auténticas manifestaciones del arte en la historia han nacido de tiempos violentos e inciertos como estos. Es el tipo de belleza que nace tras los escenarios trágicos y oscuros. Por eso creo que aunque la cantidad de cultura pueda bajar en los próximos momentos (y eso está por verse) la calidad no hará sino crecer hacia lo insospechado. Ante la venidera mengua de mercado cultural tendremos que competir con nosotros mismos y buscar la excelencia.

Meretrices, como un producto totalmente cultural, también ve su existencia amenazada. A título personal, no sé cuál será el futuro de esta revista, pero como dije más arriba, venga lo que venga lo tomaremos con serenidad y mucha humanidad. Seguiremos siempre que nos siguas leyendo y vayas tras de nuestros pasos, en cuyo caso te agradezco por tu interés. Bienvenidos a Meretrices, en nombre de todos y todas, que tengas un año 2009 sin par.

1 comentario:

Pepe Cabrera-Martinez. dijo...

esta revista es extraordinaria, lastima que es un pedote obtenerla en guadalajara.