18 mayo 2009

Editorial

No sé si sea una realidad pues más bien creo que hay varias, pero sí es una teoría muy seria y respetada: El hombre está aquí por un accidente fortuito de la evolución, punto. Parientes cercanos de los simios, evolucionamos de este modo por una serie de eventos en los que nosotros mismos no tuvimos la menor injerencia. Así, sin magia ni gloria. Entonces venimos cumpliendo ciclos de una vida y ya, simple: comienza, ocurre, se acaba. Y pareciera que la mayor meta de la vida es encontrarle un sentido a la misma más allá de lo que en el fondo sospechamos que es. Pero así, como parte fundamental de la obra, está nuestra bizarra capacidad de razonar (aunque para algunos ésta es sólo parte de la utilería) y de aplicarla todo el tiempo para que nuestra plana y lineal existencia pase a ser un complejo entramado multidimensional de detalles místicos y secretos todo el tiempo por develar.  

La bronca es que a veces, como todo fenómeno humano, llegamos con la razón a los mismísimos límites de lo irracional. Exageramos en las teorías que nosotros mismos nos auto postulamos para hacer de las cosas como son todo menos eso, lo que precisamente son.

Con la reciente pandemia de gripe de puerco (virus de la influenza tipo A, H1N1) llegaron a mis oídos y a la bandeja de entrada de mi correo cientos de ejemplos de eso que algunos suelen llamar historias conspirofílicas. Ya no era una nueva mutación del virus producto de un descuido de laboratorio cuando estaban aislándolo para ser estudiado, era un plan fabricado por el gobierno americano en principio de los noventas para descubrir su reacción en la gente; un ataque de bioterrorismo orquestado por los iluminati para disminuir la población mundial y conservar el poder; un virus creado por las grandes farmacéuticas para ganar millones en la industria de la creación y venta de vacunas; una estrategia de Calderón para distraernos da la nueva anexión del ejército mexicano al pentágono y la legalización de las drogas que está en proceso; una Shock Doctrine impuesta por el bloque del nuevo orden mundial para que cuando nos rescaten sumen puntos de popularidad; un virus traído por los extraterrestres a Nuevo México y guardado por décadas hasta que fue liberado por una agencia de contraespionaje rusa; una señal del apocalipsis profetizado por los mayas para el 2012; una medida de la Organización Mundial de la Salud para combatir la vigente crisis económica a través de un apoyo global a la salud pública; un castigo del dios de los judíos por nuestro comportamiento impío; una mentira de los medios para provocar el pánico en el pueblo y que éste obedezca con mayor sumisión; una campaña de desprestigio por parte del equipo de López Obrador en miras de las próximas elecciones; y para muchos más, como yo, sólo una mala noticia.

Esto es evidencia pues, no sólo de la inmensa diversidad de opiniones que un mismo tema causa en la población, sino de la continua necesidad humana de ver las cosas con un mil trasfondos de conspiración, misticismo, paranormalidad, extraplanetismo, simbolismo, divinidad, indianajonsismo, y muchas otras más. O quizá simplemente es que no podemos acostumbrarnos a ver las cosas como realmente son. Bienvenidos al número de Mayo del 2009 en Meretrices. Diviértete. Haz tus propias conclusiones.

 

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